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México

El recuento de los mejores momentos del Clásico del Fútbol Méxicano

Pese a las diferencias en la tabla general, América y Chivas tuvieron un duelo intenso con oportunidades de ambos lados.
5 Oct 2013 – 08:14 PM EDT
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El triunfo del América sobre las Chivas de Guadalajara quizás no haya sido tan abultado, ni en goles ni en juego, como indican los elásticos 20 puntos de diferencias que existen entre uno y otro en la tabla de clasificación, pero los detalles del partido sí explican por qué uno es líder absoluto y el otro se bate en la parte baja de la clasificación y empieza a sacar cuentas para el promedio del descenso.

Un clásico siempre es un clásico y Chivas salió al campo sin complejos, a jugar de igual a igual al América. El planteamiento de Juan Carlos Ortega funcionó durante todo el primer tiempo y parte del segundo. Las Águilas no encontraron facilidades para crear peligro y cuando lo hicieron se toparon con Luis Michel que tuvo un par de buenas intervenciones.

Los problemas de Chivas comienzan desde atrás, no en vano ha recibido 24 goles. La línea de tres reforzada por un poblado medio funciona para trabar el juego del rival, pero hace aguas cuando el rival encuentra los espacios. Fue así como Luis Michel se fue convirtiendo en figura.

También se marcan diferencias en el tipo de ataque, y ahí también se nota la diferencia entre los 26 goles convertido por el América y los 12 de la Chivas. Las Águilas crean jugadas y buscan el marco rival cada vez que encuentra un espacio.

Las Chivas, al menos esta vez,  pusieron ganas contra el América, pero se encontraron con sus propias deficiencias. Muchos toques para encontrar espacios, lo que permite acomodarse a la defensa rival y termina obligando a remates apresurados o acrobáticos, como la media chilena de Carlos Fierro, en la jugada más espectacular y peligrosa de Chivas.

El primer tiempo premio la voluntad de Chivas ante un América que no fue mucho mejor. En el segundo se vio lo que diferencia a estos dos equipos. El América no estaba cómodo y se notaba. Ante un equipo con confianza y capacidad hubiese pagado muy caro esto, pero las Chivas no son ese equipo y no supieron aprovechar los nervios de los locales. La presión que sentía el América, Chivas la convirtió en apresuramiento y por ahí comenzó a fraguar su derrota.

Sambueza comenzó a encontrar caminos por el corredor. Alvarez y Reynoso, correctos hasta entonces, empezaron a pasar más trabajo. Las Chivas querían subir la intensidad, pero la potencia del motor no les alcanzaba. Cuando no tienes jugadores desequilibrantes como Sambueza, Layún y Rey, o goleadores en estado de gracia como Raúl Jiménez, las cosas son más difíciles.

Marco Fabian era la esperanza de Chivas, pero no fue un factor diferencial. Aldo De Nigris y Rafael Márquez se perdían entre una zaga solvente con Mosquera, Valenzuela y Maza Rodriguez. Y ahí hay otra gran diferencia. Las retaguardias de Chivas y América están a años luz de diferencia. Una es garantía, la otra termina doblegándose, bien por falta de apoyo bien por desgaste.

Cuando la moral está baja cualquier golpe que se recibe es mortal. Sin apenas tiempo para averiguar que había pasada América hizo el segundo, otra vez Raúl Jimenez, ahora para que Luis Gabriel Rey liquidara el partido.

Con el Estadio Azteca celebrando Chivas se volvió a recordar que jugaba un clásico y se lanzó por el gol de la honra, pero con el corazón no siempre basta para ganar.

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