El caso de Gerard Piqué y la Supercopa de España exhibe los riesgos de que se involucren deportistas en activo con la organización de torneos en los que participan.
El jugador del Barcelona reconoció que es poco habitual que un jugador en activo esté involucrado en este tipo de acuerdos, pero no ve conflicto de interés y no tiene nada qué ocultar.