Rubén Semedo acaba de llegar al Olympiakos, pero recordó su paso por el Villarreal, donde acondicionó el sótano de su casa como si fuera una discoteca y las malas amistades le rodeaban.
Rubén Semedo acaba de llegar al Olympiakos, pero recordó su paso por el Villarreal, donde acondicionó el sótano de su casa como si fuera una discoteca y las malas amistades le rodeaban.