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    Futbolista revela lo que sintió tras salir de prisión: “Fue de los mejores días de mi vida”

    Rubén Semedo acaba de llegar al Olympiakos, pero recordó su paso por el Villarreal, donde acondicionó el sótano de su casa como si fuera una discoteca y las malas amistades le rodeaban.

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    Por:
    TUDN


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    Rubén Semedo acaba de llegar al Olympiakos, pero recordó su paso por el Villarreal, donde acondicionó el sótano de su casa como si fuera una discoteca y las malas amistades le rodeaban.
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    1:46 mins

    Rubén Semedo pasó cinco meses en prisión cuando estaba el Villarreal. Solía prestar su carro y su casa a algunos de sus conocidos, un día la deuda fue monetaria y uno de sus amigos lo d enunció de homicidio en grado de tentativa, lesiones, detención ilegal, amenazas, tenencia ilícita de armas y robo con intimidación para saldar el monto de cinco mil euros.

    “Me dejé llevar por ambientes y cosas en las que un jugador profesional no se debe meter. Pensaba que podía hacer lo que quisiera y que no tendría ningún problema”, indicó el jugador para Voce na TV, de cara a su fichaje con el Olympiakos de Grecia, al tiempo de recordar que en su paso por el Villarreal acondicionó el sótano de su casa como una discoteca, que se la pasaba cuatro o cinco días de parranda a la semana y relató su estancia en prisión.

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    “Vivía con dos presos más. Uno con tendencias suicidas. Era aterrador pensar que la persona que está a tu lado, con lo mínimo que tuviera, se intentaba suicidar. En las primeras dos o tres noches no conseguía dormir. Pensaba que se iba a suicidar o que podría matarme. Al tercer mes empecé a escribir un diario. Me sentía perdido, entrenaba, daba vueltas y pensaba mucho. A los cinco meses salí, uno de los días más felices de mi vida”, indicó.

    Ahora Semedo trata de alejarse de esas malas amistades, salió de la cárcel, emigró al Huesca, Río Ave y ahora lo intentará en el Olympiakos, lejos de las malas amistades: “El primer y el segundo mes fueron eternos porque parecía que el tiempo no pasaba, pensé que mis abogados lo arreglarían en dos semanas. Sólo podía pensar en mis hijos y en el sufrimiento de la familia, esto sirve para pensar si realmente vale la pena dejar de pasar el tiempo con la familia para pasarlo con otra gente que no transmite nada positivo”, finalizó.

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