El City dio otra lección de fútbol: le ganó 2-1 al Napoli y sigue líder en Champions y en Premier

Por presente, el partido entre Manchester City y Napoli era una promesa casi segura de buen fútbol, de partidazo. Ambos llegaban como líderes de sus ligas y con un poder de fuego que metía miedo. Y estaba en disputa nada menos que la cima del Grupo F de la Champions League. En los papeles, este duelo no podía defraudar. Y no lo hizo.

El Manchester de ‘Pep’ Guardiola, por caso, empezó este juego con un invicto de diez partidos entre Premier, Champions y Copa de Inglaterra. Lo mejor era su tremendo promedio de gol: tres y medio por partido.

Del otro lado, el Napoli de Maurizio Sarri no se muy quedaba atrás. Arribó a Inglaterra con 11 victorias en 12 cotejos y un promedio de gol apenas por debajo de los tres por encuentro.

Por si algún condimento faltara, para hacer de este plato un manjar, era un marco espectacular en el estadio Etihad. Todo esto empequeñeció al otro choque del Grupo F, entre Feyenoord y Shakhtar Donestk, y lo dejó en un muy segundo plano. ¿Injusticia? Claro que sí, porque antes de la media hora también se habían convertido dos goles en Holanda. Pero de eso -injustos como somos- hablaremos más adelante.

Los jugadores del Manchester City se tomaron a pecho la declaración de Guardiola, quien había dicho que si salían confiados serían unos estúpidos. Motivados por esta frase o no, lo concreto es que fueron una aplanadora en los primeros 45 minutos, con situaciones de peligro permanentes ante un sorprendentemente errático Napoli.

El primer grito, por aquello de la promesa de partidazo, no podía demorar. Y llegó a los nueve minutos, cuando Raheem Sterling perforó la red de los italianos tras un rebote después de un remate de Kyle Walker que dio en un rival. La jugada fue por la izquierda y el hacedor, David Silva.

Después de eso se esperaba la lógica: el City retrocediendo un poco y el Napoli tratando de empujar. Pero no fue el caso, porque a los 13 minutos llegaría el 2-0. Esta vez por derecha, como para demostrar que las fallas defensivas del Napoli estaban por todos lados. Centro al corazón del área de Kevin De Bruyne y definición tranquila de Gabriel Jesus.

El Napoli estaba a un paso del nocaut y se salvó por milagro dos veces. A los 25, cañonazo de De Bruyne desde media distancia que reventó el travesaño y picó cerca de la línea. Y tres minutos después, Kalidou Koulibaly salvó en la raya tras un remate de Gabriel Jesus. Dos jugadas para el Ojo de Halcón, que demostró que la pelota no había entrado.

Después de media hora de zozobras, el Napoli amagó con una reacción. Como sonámbulo, porque todavía seguía dormido, pero al menos caminaba. Y a los 36 llegaría su momento, con un penal increíblemente evidente de Walker sobre Raúl Albiol: directamente lo abrazó en el aire. Dries Martnes lo cobró, pero nada le salía bien al equipo italiano y el portero Ederson lo atajó.

Y hasta allí alcanzó el tibio impulso napolitano en esa primera mitad. Incluso hubo tiempo para que el Manchester desperdiciara una nueva ocasión de ampliar la diferencia, después de un mano a mano que no pudo definir Gabriel Jesus tras pase de Sterling.

Luego del descanso, donde se supone que hubo retos, gritos o al menos ajustes por parte de Sirri, el Napoli mostró un poco los dientes, pero tardó. En los primeros minutos el City continuó con el control del juego y ni siquiera necesitó que entrara Sergio Agüero. Y hasta se dio el lujo de sacar a Sterling.

El Napoli avisó a los 65, cuando John Stones se lanzó como portero para evitar la caída de su arco ante un tiro franco de Hamsik. Y a los 72 tuvo un nuevo penal, esta vez de Fernandinho sobre Allan. Diawara lo cobró con maestría (fuerte y contra un poste) para descontar y hacer soñar a su equipo.

Sin embargo, todo quedó en mera ilusión y no le dio resto para igualar el marcador. El Manchester City supo cerrar el partido y amplio su racha a un nivel asombroso: 11 juegos sin perder, con apenas un empate y diez victorias entre todas las competencias.

En el otro cotejo de la zona, el Shakhtar Donetsk remontó el resultado de visitante ante el Feyenoord, con dos goles de Bernard, y se mantuvo en el segundo lugar. La cuenta la había abierto Berghuis para los holandeses.