Con la mente en Seattle: en FC Dallas juegan los ‘nenes’, ganan los hombres y crecen todos

Para muchos un entrenador joven que debuta con un equipo de primera división, al mando del plantel de menor edad en su competición, significa de entrada una temporada de transición y crecimiento. Con ello, aceptando más derrotas que victorias y -por ende- poca posibilidad de competir ante los grandes.

"¡Error!", suelta a gritos la filosofía de FC Dallas al mando de Luis ‘Luchi’ González, quien con 38 años al arranque de la temporada 2019, empezaba su andadura en MLS con una nómina de 24,12 años como promedio de edad, la más joven en el día inaugural de la campaña.

En 2017, FC Dallas fue campeón del torneo de academias conocido como 'Dallas Cup' y del que participan divisiones inferiores de clubes de Estados Unidos, México, Canadá, Sudamérica y Europa. En ese equipo figuraban apellidos como Pomykal, Ferreira, Servania o Cannon, todos miembros hoy fundamentales del plantel profesional.

Lo que se creó y fue consolidando bajo el mando de Óscar Pareja como entrenador y Luchi González como director de academia, sigue su rumbo y busca otro nivel, ahora con el estadounidense al mando.

LOS 'NENES' DE LUCHI

FC Dallas consiguió con esta fórmula en 2019, trece victorias y nueve empates, por 12 derrotas. “Estos chicos han estado siempre abiertos al aprendizaje, toman las cosas con la responsabilidad y madurez de los experimentados”, comentó González sobre sus dirigidos, a quienes no para de alabar.

Entre las victorias de la temporada regular de los ‘nenes’ de Luchi, FC Dallas sumó de a tres ante LA Galaxy, Portland, Atlanta United, Seattle, Toronto, entre otros. Además, no perdió con LAFC ni con New York City FC.

Pero antes de los resultados puestos, la idea de Luchi con esta plantilla generaba dudas afuera de la organización. Ante esas voces, la filosofía del entrenador brotó a flor de piel.

“La duda te crea motivación. El ser humano a veces responde mejor cuando le dicen que no puede; en ocasiones cuando te dicen que sí puedes, que eres bueno, te relajas y no lo consigues”, aseguró recientemente el técnico en una conferencia de prensa.

Y remató con el mensaje de adentro del camerino. “Saber que hay gente que duda y tiene esas ideas, nos hace humanos, nos pone honestos y con mucha motivación”, soltó el nacido en Florida de padre peruano y madre estadounidense.

El impulso juvenil de FC Dallas le ha abierto las puertas de par en par a hombres como el colombiano Jesús Ferreira, quien terminó primero en goles y segundo en asistencias del equipo, con 18 años de edad.

“Feliz por los goles, por tener más tiempo de juego. Estoy mostrando lo que puedo hacer, el equipo cree en mí y me han ayudado a llegar hasta aquí”, comentó el delantero/mediocampista, quien tuvo participación en 33 encuentros, 29 de ellos como titular.

Su capacidad para convertirse en delantero centro o punto de referencia, así como creativo, le ha sumado a sus opciones de impacto.

“Hay que hacer lo que el 'profe' pide. Antes en la academia jugaba de 10 ó de delantero, y uno se tiene que ajustar para dar lo que el profe pide y quiere que uno haga”, explicó Ferreira.

PRUEBA DE FUEGO

El jugador de mayor edad en FC Dallas es el defensor Reto Ziegler (33), mientras que el más joven con participación en 2019 es Ricardo Pepi, con 16 años de edad y siete presencias este año en MLS.

El equipo de Luchi terminó segundo en el número de minutos disputados por jugadores de la cantera. Y tras clasificar a los Playoffs, la gran prueba que viene es Sounders FC en Seattle.

“Yo se que el partido es de visita y en un ambiente complicado, pero no tememos miedo. Vamos a tratar de cambiar la historia de este club”, empezó por decir al respecto el técnico.

Luchi detalló el mensaje que ha inculcado a sus jugadores. “Hemos hablado de cinco partidos, cinco pasos para ganar la MLS Cup y ahora son cuatro. Está en nuestras manos conseguir la oportunidad de dar ese tercer paso”, comentó.

Ferreira por su parte deja escapar el objetivo del trabajo previo. “Tenemos que estar enfocados en nuestro juego, en la manera en que podemos ganar allá. Sabemos que tienen un equipo bueno y nosotros tenemos que hacer lo nuestro”, dijo.

La tarea evidentemente no es sencilla, pero el ímpetu juvenil, sumado al trabajo duro y el ambiente de grupo, puede que lleven a buen puerto las ideas del debutante entrenador.

“En la vida la historia está para cambiarla, y vamos a creer en cambiar la historia. Lo podemos hacer, pero no va a ser fácil”, apuntó Luchi antes de dictar sentencia, “¿Por qué no estos chicos?, es la oportunidad para responder y cambiar la historia”.

Más allá de si el resultado acompaña o no, las formas y los argumentos son importantes, porque para González, crecer no es sinónimo de perder.

“No quiero nunca que los chicos piensen que este plan es de dos o tres años. Es de hoy, es de conseguir resultados y competir aprovechando la oportunidad ahora. Mañana o la próxima temporada puede ser muy tarde”, cerró.