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    Capitulo 2.- Argentina, la cumbia y la cancha: casi una experiencia religiosa

    La pasión argentina por el fútbol congrega y hermana multitudes alrededor de la figura más perfecta y uniforme que existe: la pelota.

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    Por:
    TUDN


    Video El Papa Francisco y una muestra más de su fanatismo por San Lorenzo
    El Papa recibió a la Roma de Italia y a su querido San Lorenzo de Argentina, que jugarán un partido a beneficio. Y les regaló a los italianos una playera del ‘Ciclón’.
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    0:33 mins

    Casi nadie lo nota fuera de su tierra natal, pero el Papa Francisco (el pontífice más apasionado por el fútbol en más de dos mil años) usa para sus discursos letras de canciones de Los Auténticos Decadentes y Los Fabulosos Cadillacs.

    En su visita del 2016 a Tuxtla Gutiérrez, en el sur de México, habló de preferir a ‘una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, (que) a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort’. Uno de los versos de ‘La Guitarra’ de los Decadentes precisamente acaba en la misma frase: ‘Mi espíritu rebelde se reía del dinero, el lujo y el confort’.

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    Cuando fue a la ONU, habló de la injusticia y la exclusión hacia los pobres del mundo como la ‘cultura del descarte’. Una estrofa de ‘Mal Bicho’ de los Cadillacs dice eso mismo: ‘Vos que andás diciendo que hay mejores y peores, cómo se te ocurre que algunos son elegidos, y otros son para el descarte, ambiciones de poder’.

    Francisco cita a menudo los versos de estos grupos argentinos porque Jorge Mario Bergoglio también es argentino. Aunque él deba hablar mediante un lenguaje universal, no puede evitar expresarse como el argentino que es. Aunque el fútbol represente también un lenguaje universal, en Argentina este deporte se expresa como se expresa el país: con el juego, sí, con la gambeta, el caño y la rabona.

    El pontífice no puede ocultar la cruz de su parroquia.
    Incluso en la Plaza de San Pedro ,en el Vaticano, le llegan camisetas de su amado club 'El Ciclón' del barrio bonaerense de Boedo.
    Los Auténticos Decadentes a menudo son 'plagiados' por las hinchadas del fútbol argentino.
    Y ellos se vengaron de los plagios nombrando a su octavo álbum de estudio: CLUB ATLÉTICO DECADENTE.
    Los conciertos de los Decadentes y de Los Fabulosos Cadillacs alrededor de Latinoamérica parecen más partidos de fútbol con la gente coreando al unísono.
    El Estadio Nuevo Gasómetro del San Lorenzo de Almagro siempre recuerda a su hincha más conocido.
    La Bombonera de Boca es un espectáculo cuando se vuelca para rendir culto a sus ídolos.
    'El Bosque' es el viejo pero bello estadio de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
    Los hinchas de Rosario Central, 'El Canalla', hacen sacrificios y ofrendas para apoyar a su equipo.
    A los de Newell's les dicen 'Los Leprosos', porque cuenta la leyenda que el equipo se solidarizó con la ciudad de Rosario durante una epidemia de lepra.
    Ernesto 'Che' Guevara fue hincha de Rosario Central, pero su icónica imagen es objeto de culto en casi todos los equipos.
    El fútbol argentino no solamente se distingue por la música y el juego, sino también por los ingeniosos trapos.
    Y, claro está, por lanzar miles de papelitos y serpentinas al aire.
    La hinchada de Racing de Avellaneda es una de las más fieles, pues el club pasó más de 30 años sin salir campeón hasta que cortó la maldición en el 2001. También en el 2014 salieron campeones.
    Yendo a la cancha, los argentinos dejan de ser individuos y se convierten en cuerpo de la iglesia del fútbol.
    Al club Estudiantes de La Plata lo apodan 'El Pincha'.
    Siempre hay lugar para un feligrés más, sin importar el largo viaje desde México.
    La hinchada de Velez Sarsfield es pasional y tradicional en Buenos Aires Capital Federal.
    Los cilindros de Racing: al Estadio Presidente Juan Domingo Perón también se le conoce como 'El Cilindro'.
    'El Diablo' de Independiente de Avellaneda, rival acérrimo de Racing, y campeón de varias Copas Libertadores de la mano de la leyenda Ricardo 'Bocha' Bochini.
    El argentino nunca se calla nada. Más si se trata del mejor jugador de la historia, ganador del Mundial de México 1986.

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    Imagen Getty Images.
    El pontífice no puede ocultar la cruz de su parroquia.

    Pero también con la cumbia, los bombos, los platillos y las trompetas. Tirando al aire papelitos, ondeando banderas y colgando trapos de los postes más altos de las canchas.

    ‘Club Atlético Decadente’, fue el nombre del octavo disco de estudio de Los Auténticos Decadentes. Como si fuera el Club Atlético River Plate, el Club Atlético Boca Juniors o el Club Atlético San Lorenzo de Almagro. De tanto que los hinchas usaban sus melodías cambiándoles las letras para ir al estadio, estos grandes músicos decidieron ahora usar los nombres de equipos de fútbol para su promocionar su propia discografía.

    Aguante Club Atlético Decadente.

    ¡LA VUELTA VAMOS A DAR, VAMOS A DAR, VAMOS A DAR! no es en realidad sino la versión modificada de ‘El Murguero’, cuyos versos dicen que: ¡SE VIENE EL TUTÁ TUTÁ, TUTÁ TUTÁ, TUTÁ! (Llega con este ritmo, ritmo de murga muy popular, y que hace muchos años, lo bautizamos tutá tutá). Se trata de la murga, música de la gente del cono sur llevada a las gradas para hacer sentir al rival que detrás de once jugadores hay miles bancando a muerte a su equipo de fútbol.

    ‘¡Te están buscando matador!’ de los Cadillacs ha sido tocada y retocada al infinito para bautizar a diversos goleadores, no solamente argentinos, sino del resto de Latinoamérica: ‘Matador’ era el chileno Marcelo Salas; ‘Matador’ también era el mexicano Luis Hernández; y hoy ‘Matador’ es el uruguayo Edinson Cavani, bota de oro en Europa. Y es que en el juego el que ‘la manda a guardar al fondo de la red’ es el que liquida, el que fulmina, el que acaba, el que mata y recontramata.

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    Dicen también los Cadillacs en otro de los versos de ‘Mal Bicho’ que ‘ante los ojos de Dios todos somos iguales’. Tal frase nunca se dice mejor que en las tribunas de un estadio argentino por grande o chico que sea. Dicen los hinchas no ser individuos, sino una congregación denominada ‘hinchada’ que baila cumbia y murga alzando los brazos y que se lleva las manos a la cabeza y grita jubilosa cuando ve al matador empujar la figura más perfecta y uniforme tras la línea de gol.

    Y sí, es casi una experiencia religiosa.

    @CesarKicoff

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