Super Bowl

    La defensa: la pieza clave del título del Super Bowl LIII para los New England Patriots

    Aunque Julian Edelman se llevó el premio al MVP, la defensa fue el factor más decisivo para que los New England Patriots ganaran el Super Bowl LIII.

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    Por:
    Ricardo Otero.

    Una poderosa defensa y un control mental ejemplar guiaron a los New England Patriots a su sexto título de la NFL.

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    La experiencia de los nuevos monarcas, mostrada en la dupla coach-quarterback más ganadora de la historia, fue el común denominador de un partido que quedó a deber en espectacularidad.

    Estos fueron los factores que decidieron el Super Bowl LIII:


    La defensa gana campeonatos

    A lo largo de 17 años, Tom Brady y Bill Belichick, con justa razón, han acaparado los reflectores de la dinastía más longeva en la historia de la NFL, pero esta noche no puede pasar desapercibida su defensa.

    El año pasado, pese a que Brady jugó -estadísticamente- su mejor Super Bowl, con récord de yardas incluido, los Patriots perdieron ante los Eagles que tenían a un quarterback sustituto en el campo, pues en las jugadas clave fueron superados.

    Belichick y compañía aprendieron la lección y quizás -y paradójicamente- fue la partida de uno de sus miembros del staff la clave para dar ese giro que necesitaban. Matt Patricia, coordinador defensivo hasta la temporada 2017, fue contratado como head coach de los Detroit Lions.

    Belichick se hizo cargo de las decisiones defensivas apoyado en el coach de linebackers, Brian Flores, además de Mike Pellegrino como asistente defensivo y su hijo Brian Belichick como asistente de coacheo.

    Y de un Super Bowl a otro, aceptaron 41 puntos de los Eagles y ahora solo tres de los Rams.

    El MVP es un premio individual, se le dio a Julian Edelman, pero la clave del título de los Patriots en esta ocasión estuvo en la defensa.


    La inteligencia emocional

    Los Patriots cometieron errores puntuales en el primer medio: una intercepción a Tom Brady, un gol de campo fallado de Stephen Gostkowski y una mala llamada de Belichick en cuarta oportunidad cuando pudieron ir por tres puntos.

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    La ventaja de solo tres puntos al medio tiempo parecía muy poca cosa para el dominio que tuvieron, pero New England nunca se desesperó, mantuvieron el control en la defensiva y no permitieron prácticamente nada a unos Rams que se caracterizaban, al menos antes de este partido, por ser un equipo explosivo.

    En ningún momento parecieron estar preocupados por ser rebasados en el marcador, pese a que no fue sino hasta que quedaban 1:16 en el reloj que estuvieron a más de una anotación de distancia.


    El pánico escénico de Jared Goff

    El escenario se le impuso a Jared Goff. El QB de tercer año de los Rams tuvo oportunidades suficientes para poner en contienda a su equipo, pero no supo tomar decisiones rápidas ante la presión de la frontal de New England.

    Cuando tuvo tiempo, no estuvo fino. En el tercer cuarto, lanzó un pase a las diagonales a Brandin Cooks, preciso en distancia, pero con una espiral muy deficiente que le restó velocidad, lo que permitió que Jason McCourty bateara el balón y le quitara la anotación.

    Y no cometía errores, hasta que... Cuando los Patriots ganaban 10-3 y su ofensiva empezaba a avanzar, un pase infame buscando a Cooks fue interceptado por Stephon Gilmore para darle el cerrojazo a la victoria de los Patriots.


    Todd Gurley, muy limitado

    Todd Gurley hizo su primer acarreo hasta la mitad del segundo cuarto, lo cual elevó los rumores de una supuesta lesión que no le permitiría jugar.

    Al final, solo corrió 10 veces para 35 yardas, muy fuera de ritmo, pero también es cierto que su ausencia en el inicio del partido le quitó mucho poder a la ofensiva de Los Angeles. ¿Fue necesario limitarlo tanto?

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