Eran los ‘millonetas’ contra ‘el equipo del pueblo’. La añeja historia del Clásico de Clásicos habla del América como el equipo de dinero que mezclaba grandes canteranos con figuras mexicanas y costosos refuerzos extranjeros, mientras que las Chivas eran el club ‘mexicanísimo’ que combinaba a jugadores nacidos en el Club Guadalajara con las contrataciones de los mejores futbolistas aztecas. Hoy, eso ha ido cambiando.
Chivas es el nuevo ‘milloneta’ del Clásico y América el menos mexicano de la historia
Las Águilas con 12 extranjeros y ningún canterano se miden al adinerado Rebaño que también se olvidó de sus fuerzas básicas.
Al interior de América se ha perdido la mexicaneidad. Hoy América dista mucho de tener a los mejores jugadores extranjeros del fútbol azteca, pero eso sí, privilegia a los jugadores foráneos por encima de los mexicanos. Hoy, las Águilas pueden presumir 12 futbolistas no nacidos en México entre su plantilla.
La cantera azulcrema se ha ido, ha dejado de producir a las figuras de antaño y solo de manera esporádica saca a jugadores importantes. Eso sí, la mayor parte de los que se han consagrado han acabado jugando en Europa: Guillermo Ochoa, Diego Reyes y Raúl Jiménez son los casos.
Hoy, en el 11 de Ricardo La Volpe, solo hay dos jugadores mexicanos. Uno es Oribe Peralta, canterano de Santos, y el otro es Edson Álvarez, que para colmo, no jugará ante Chivas por estar convocado con la selección Sub 20.
Del otro lado están las Chivas de menos cantera de los últimos años. Si antes América era el equipo ‘milloneta’, hoy el Rebaño es el que presume dinero y contrataciones millonarias. Guadalajara tiene un equipazo y Jorge Vergara ha ido cumpliendo la promesa de tener a los mejores jugadores mexicanos que el mercado le permite. Aunque en ese paso ha olvidado a su cantera.
Salvo Jesús ‘Chapo’ Sánchez, Eduardo ‘Chofis’ López y Ángel Zaldívar, el resto del 11 que normalmente para Matías Almeyda es de jugadores comprados a otro equipo.
La historia ha ido variando, aunque la rivalidad se mantiene y gracias a los clásicos de 2016, va en aumento. Es el partido más importante de México en el que va variando la historia y se van olvidando los principios que lo marcaron.