Twente desciende a segunda división por problemas financieros

BRUSELAS, Bélgica.- El club de fútbol holandés Twente, que fue relegado a la segunda división por varias irregularidades financieras cometidas entre 2012 y 2014 por orden de la Real Federación de Fútbol de Holanda (KNVB), anunció que recurrirá la decisión, que va acompañada de una multa.

El club afirma que no podría soportar las consecuencias financieras de la decisión, dado que "una importante parte de loas cuerdos a corto y largo plazo para el futuro económico del Twente se hicieron con la condición de que retendrá la licencia actual en la Eredivisie", explicó Jan Schutrups, del consejo, a los medios.

Indicó que la comisión de licencias afirmó que ha buscado una sanción proporcionada, pero ha optado por una que puede significar la bancarrota del club, de manera que es "desproporcionada".

Igualmente sostuvo que el "nuevo Twente", en referencia al nuevo equipo directivo, "siempre ha demostrado que quiere asumir la responsabilidad y corregir los errores del pasado".

La KNVB anunció el miércoles su decisión de relegar al Twente, que tenía una deuda de 32 millones de euros, a la Segunda división holandesa por varias irregularidades financieras cometidas por el club entre 2012 y 2014.

También una multa de 45.250 euros y desechó revocar la licencia profesional del club, lo que habría significado su descenso a las categorías amateurs.

El Twente, que en 2010 llegó a ganar la Eredivisie, aún tiene la opción de apelar la decisión.

El director interino del club, Onno Jacobs, se mostró "decepcionado y consternado" y describió la decisión de la KNVB como un "martillazo".

Asimismo, culpó del descenso administrativo a los responsables del "viejo Twente".

Se refería así a los anteriores directores técnicos y al expresidente del club, Aldo van der Laan, que ya dimitió en noviembre de 2015 por la investigación abierta por la KNVB.

Por aquel entonces la federación de fútbol holandesa comprobó que al acuerdo firmado en 2014 entre la dirección del Twente y el grupo Doyen -con sede en Malta y dedicado a la mercadotecnia deportiva- se añadieron cláusulas a posteriori que no fueron comunicadas oficialmente y que eran contrarias a la regulación de Holanda.

Según la investigación de la KNVB, el grupo Doyen inyectó cinco millones de euros a cambio de adquirir un porcentaje en futuras transferencias de siete jugadores del club holandés.

Los contratos filtrados dejaron entrever que Doyen tenía voz a la hora de decidir sobre los traspasos de estos futbolistas, práctica prohibida por la KNVB.

Según el periódico local Volkskrant, entre las irregularidades detectadas se encuentran también la ocultación de beneficios por venta de jugadores y el uso de facturas falsas.