La noche en que Barkley regaló una actuación histórica…. y algo más
La Ciudad de México ha sido el escenario de grandes duelos del baloncesto profesional de EEUU, en su inicio muchos de ellos fueron de exhibición.
Fue hasta 1997 que la capital azteca albergó un juego de temporada regular con un clásico texano entre Houston Rockets y los Dallas Mavericks.
El encuentro dio la oportunidad para que los aficionados aztecas vieran a jugadores de la talla de Clyde Drexler, Michael Finley y en especial a Charles Barkley.
El ala-pivot fue la estrella de la duela al llevar a los Rockets al triunfo con sus 19 puntos con un marcador 108-106.
El detalle que terminó por ganarse al público mexicano fue su reacción acabando el trepidante juego, el ex Suns y Sixers se quitó sus zapatillas de juego y se las lanzó a los aficionados, generando el júbilo de los asistentes al Palacio de los Deportes, donde solo dos afortunados se llevaron el souvenir de sus vidas.