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    Real Madrid

    ¡Sergio y cierra, Real Madrid!

    Cuando el fútbol no bastaba, apareció al rescate el pundonor de Sergio Ramos y toda su gallardía estropeando la fiesta a todos en Camp Nou.

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    Al minuto 90 apareció el frentazo del de siempre.

    Imagen Getty Images.
    Al minuto 90 apareció el frentazo del de siempre.

    En Andalucía, la tierra de Sergio Ramos, hubo hace siglos una guerra por España entre moros y cruzados. Los primeros tenían la técnica y los segundos, el coraje. Así le alcanzó a España para recuperar Andalucía y un grito de guerra alcanzó la eternidad: ¡Santiago y cierra, España!

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    Nada le viene mejor a la imagen de Ramos en grito de gol y éxtasis que aquellas palabras ligeramente modificadas: ¡Sergio y cierra, Real Madrid!

    El gladiador merengue cuyas agallas y blasones salen a relucir cuando su equipo más les echa en falta. Apareció en el último instante de la final de Lisboa en 2014 y apareció en el último instante en Camp Nou. Se eleva como los ángeles y martillea el cuero sacando chispas como los herreros.

    El partido más esperado en España, y quizás en el mundo, entre Barcelona y Real Madrid tuvo los colores del azulgrana, en medio de una nueva muestra de respeto a los fallecidos en el accidente del Chapecoense.
    El fanatismo por Barcelona y Real Madrid superan las barreras territoriales a nivel mundial y por eso seguidores de todo el mundo buscan ser testigos del gran partido, que en esta ocasión tuvo cita en el Camp Nou.
    El encuentro dentro del estadio tuvo unos 90 mil asistentes, pero las calles de Barcelona estuvieron atestadas de seguidores del fútbol pendientes de un partido además clave en lo futbolístico en la Liga de España, donde real Madrid aventaja por seis puntos al anfitrión del juego de este sábado.
    Barcelona ya se ha acostumbrado a darle la bienvenida a seguidores de países en todos los continentes, algo similar a lo que vive Real Madrid. Esta imagen es un claro ejemplo de esto.
    Todos buscaron su mejor ángulo para guardar un registro fotográfico de su presencia en este clásico disputado en Barcelona.
    Como ya es habitual en la historia de los Clásicos entre el Barcelona y el Real Madrid, más de 90.000 cartulinas dibujaron un mosaico en las gradas del Camp Nou, cuyos aficionados recrearon de manera animada un 'castell' (torre humana), acompañado por las banderas catalana y azulgrana, y el mensaje "Força Barça".
    Los barcelonistas no fallaron a la cita porque un clásico siempre es especial, también para el club azulgrana, que cada año va un paso más allá en la animación previa al encuentro.
    Los asistentes levantaron sus cartulinas siguiendo un orden concreto, de abajo hacia arriba, cuando por la megafonía sonaba el himno del Barcelona, que durante varios momentos fue cantado 'a capella'.
    Con tambores y mucha alegría el Camp Nou buscó ser ese espacio que hace al Barcelona mucho más fuerte en casa, en especial contra Real Madrid.
    En los prolegómenos del encuentro también hizo acto de presencia la reivindicación política. Más de un centenar de voluntarios de entidades soberanistas se situaron en las cercanías del Camp Nou para repartir 30.000 banderas independentistas.
    El partido es seguido con especial atención en todo el mundo. Cámaras y demás hicieron parte de esta ceremonia mediática que también hace parte de los clásicos entre Barcelona y Real Madrid.
    La fiesta tuvo un espacio para rendir un sentido homenaje al Chapecoense, que en las tribunas también fue recordado y con el que hay una gran solidaridad mundial.
    El Camp Nou guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria a las 71 víctimas del accidente de avión en Colombia en el que viajaba el equipo brasileño del Chapacoense.
    Los jugadores de ambos equipos se unieron en la zona central del césped, donde se leyó el mensaje "¡Fuerza Chapacoense!".
    De esta manera con un apoyo colorido con un mosaico para el Barcelona y con un sentido homenaje al Chapecoense se vivió el ambiente en el partido Barcelona-Real Madrid, un clásico de España y del mundo del fútbol.

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    Imagen Getty Images
    El partido más esperado en España, y quizás en el mundo, entre Barcelona y Real Madrid tuvo los colores del azulgrana, en medio de una nueva muestra de respeto a los fallecidos en el accidente del Chapecoense.

    “Voltéate la camisa para verte el nombre, que no te conozco, macho” le decía el capitán blanco al zaguero central uruguayo José María Giménez en una de tantas batallas entre Real y Atlético por la hegemonía de Madrid. Con la cara gélida pero las palabras candentes para atemorizar al enemigo con el puro gesto “¡Voltéate, tío, que no te conozco!”

    Ramos no conoce límites ni le tiene miedo al ridículo. Igual pide cobrar un penal para mandar la pelota a las nubes que jugar de medio de contención si su míster así lo requiere. Del Ramos defensor lateral al Ramos baluarte de la zaga central del Madrid y de España el andaluz se cortó la cabellera y no perdió sus fuerzas, como Sansón, sino que incluso la incrementó.

    En un vestidor donde los futbolistas aparecen en comerciales de crema hidratante y desodorante, el look de Ramos dice que te vengo a vencer.

    Todos en Barcelona destapaban la sidra para festejar una victoria ante el odiado rival y apareció Ramos para echarlo todo por la ventana. Este Madrid se simboliza en su capitán andaluz, quien antes de ir a por un lanzamiento de esquina parece gritar:

    ¡Santiago y cierra, España!

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