Tras marcar el 2-0 del PSG ante el Bayern Múnich en los Cuartos de Final del Mundial de Clubes, el francés se sentó en el césped con las piernas cruzadas e imitó la icónica celebración del atacante portugués: simulando jugar con un control de videojuego.
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El gesto fue un tributo directo a Jota, exjugador del Liverpool y la selección portuguesa, fallecido junto a su hermano en un accidente de tránsito ocurrido el jueves en el noroeste de España.
Antes del encuentro, el Mercedes-Benz Stadium de Atlanta se unió en un minuto de silencio en honor a ambos hermanos, respetado por más de 66.000 aficionados.
El gol de Dembélé no solo aseguró la clasificación del PSG a Semifinales, también sirvió como un sentido recuerdo de un futbolista que dejó huella tanto en el campo como en el corazón de sus compañeros.
