tudnLogo
    Boxeo

    Por un bistec, el cuento que relata la dura verdad de los boxeadores

    ‘Mantequilla’ Nápoles, Mike Tyson, Alphonse Halimi, Joe Louis, entre otros reprodujeron el sentimiento de fracaso del protagonista de esta historia.

    whatsappLogoOutline
    facebookLogoOutline
    twitterLogoOutline
    envelopeOutline

    Por:
    Diego Alejandro Camargo.

    En la foto, Jack London, autor de 'Por un bistec'.

    Imagen Getty Images
    En la foto, Jack London, autor de 'Por un bistec'.

    Por Diego Camargo

    Publicidad

    El escritor norteamericano Jack London retrató en su cuento 'Por un bistec' a aquellos boxeadores que perdieron su último combate y después de su exitosa carrera acabaron en medio de la miseria.

    MÁS DEPORTES

    Campeones como José ‘Mantequilla’ Nápoles, Antonio ‘Kid’ Pambelé, Sugar ‘Ray’ Robinson, Víctor Galíndez, Mike Tyson, Alphonse Halimi, Joe Louis y Pedro ‘Perico’ Fernández reprodujeron el sentimiento de fracaso del protagonista de esta historia de ficcón.

    El cuento empieza con un veterano peleador, llamado Tom King, que se levanta de la mesa y se dirige al combate con una “inconfundible sensación de hambre”; el hombre únicamente comió un pedazo de pan con salsa antes de la pelea con un joven llamado Sandel. El dinero no le alcanzó para comprar una buena porción de carne.

    Durante las más de 20 páginas del cuento de Jack London, el sinsabor recala en el lector por esta condición que vive el personaje: el hambre, a la que se le suma la vejez; terribles combinaciones para un KO certero.

    Pero esta hambre de King, de la que muchos boxeadores (al principio de sus carreras) se alimentaron para salir adelante, llevó a algunos a bajar la quijada después de conquistar la gloria.

    No es simplemente el hambre que le quita la fuerza al cuerpo y pica en los intestinos. Se describe como lo hace London al final del cuento: “No era el hambre habitual, que roe, sino una gran debilidad, una palpitación en lo más profundo del estómago que se comunicaba con todo su cuerpo”.

    Publicidad

    ¿Hambre interior? ¿Hambre espiritual? ¿De qué tipo de hambre habla London? ¿Qué hambre llega a destruir a los grandes ídolos, incluidos a los literarios como el propio autor norteamericano?

    Tom King personifica a quienes el hambre de cinturones, fama y dinero no les fue suficiente. Y el haber alcanzado la cima, en vez de ayudarlos, terminó siendo una prueba más difícil o lo peor para sus vidas. Los derechazos fueron más allá de las costillas: al alma.


    Video Ernest Hemingway, el Premio Nobel que amaba el boxeo
    El escritor estadounidense siempre sostuvo que su escritura era nada y su boxeo lo era todo.
    youtubeLogoOutline
    1:19 mins

    Algunos boxeadores intentaron quitarse este vacío, esta hambre, en otro tipo de cuadriláteros: discotecas, casinos, extraños negocios, drogas, alcohol y excesos interminables.

    Pareciera que en estas vidas, el boxeo cumplió con un ciclo que acabó en un mismo punto sombrío y sin esperanza. El púgil, al que el hambre lo alimentó de joven y de adulto lo coronó en hombros, vuelve --como diría 'Manos de Piedra' Durán-- a "las alcantarillas" donde nació. Del hambre al hambre. ¿Por qué?

    "Tom King ya no servía para nada excepto para peón de albañil... Se sorprendió deseado haber aprendido un oficio. A la larga hubiera sido mucho mejor. Pero nadie se lo había dicho, y sabía, en el fondo de su corazón, que no habría escuchado si se lo hubieran dicho. Todo había sido fácil. Mucho dinero, combates gloriosos, períodos de holgazanería entre combates, un séquito de aduladores...”.

    Las anteriores palabras son la reflexión, amarga y realista, que hace London sobre el fracaso de su personaje y, más allá, sobre la constante encrucijada de los deportistas, a quienes se les acaba la energía y no dibujan un segundo horizonte, un plan B.

    Publicidad

    Jack London fue un vidente de principios del Siglo XXI. Anticipó, desde 1909 --año de su publicación en el Saturday Evening Post-- las espinosas historias de vida que persiguen a los boxeadores y, más allá, la trascendencia que las rodea.

    José ‘Mantequilla’ Nápoles (1940-2019). Nació en Cuba, pero la mayoría de su carrera como púgil la forjó en México. Campeón Mundial de peso wélter del CMB y la AMB entre 1969 y 1975. Perdió su último combate en 1975 a los 35 años ante el británico John H. Stracey, quien en ese entonces tenía 25 años. El escenario del combate fue la Plaza de toros Monumental de México, lugar que quedó en silencio al sexto round, cuando el inglés sometió y llevó contra las cuerdas al ‘Mantequilla’, logrando el KO. Las apuestas y los malos manejos de dinero llevaron a Nápoles a muchas dificultades en los últimos días de su vida. “A veces nos falta hasta para la leche de él”, expresó Bertha, pareja que convivió con el boxeador.
    Antonio Cervantes, apodado ‘Kid’ Pambelé, nació en 1945 en San Basilio de Palenque, histórico corregimiento al norte de Colombia. Se coronó dos veces Campeón Mundial de peso wélter junior, defendiendo (como récord) 10 veces su trono sin ver la derrota. Su último combate fue a los 37 años contra Danny Sánchez, quien tenía 19. El Jai Alai Fronton, en Miami, vio como el puertorriqueño dejó los cartones a su favor. “Yo iba para arriba, él iba para abajo”, comentó Danny Sánchez en una entrevista para la página Boxeo de Colombia. El golpe más fuerte que recibió Pambelé fue la adicción a las drogas y el alcohol, a un punto tan álgido de haber recorrido las calles pidiendo dinero.
    Walker Smith Jr, conocido como el ‘chico de los golpes dulces’ o ‘Sugar’ Ray Robinson, surgió de una ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos, llamada Culver. Su derroche fue tan grande que, cuando en el Madison Square Garden lo nombraron “el mejor boxeador libra por libra de todos los tiempos” y le dieron un enorme trofeo, al llegar a casa no tenía muebles que soportaran el pesado premio.
    Víctor Galíndez nació en 1948, en un pueblo llamado Vedia, en Argentina. Lo apodaron ‘El Leopardo de Morón’. Fue el mejor medio pesado de su país, Campeón Mundial entre 1974 y 1978. Víctor se convirtió en una gloria del deporte argentino. Murió por un accidente automovilístico. Malos manejos de dinero, constantes amantes y compañías que no lo ayudaron hicieron que Galíndez se fuera contra las cuerdas al final de su carrera.
    Félix ‘Tito’ Trinidad nació en Puerto Rico en 1973, en un pequeño municipio llamado Fajardo. Se convirtió en un multicampeón al coronarse en peso wélter por la FIB, y peso superwélter y peso mediano por la AMB. Su KO fueron los fraudes que le cometieron y los malos manejos de dinero. Su último combate lo perdió ante, el nacido en Florida y rapero, Roy Jones Jr. ‘Superman’ Jones le ganó por puntos en el Madison Square Garden el 19 de enero del 2008. Jones tenía 39 años y Trinidad 35.
    Víctor Manuel Rabanales nació en 1962 en Chiapas, México. Su historia es tal vez la más parecida a la de Tom King. Quizás más cruda que la de Tom King. Pasó de ser Campeón Mundial gallo de la CMB a no tener con que comer debido al despilfarro de dinero, personas que lo engañaron (compró el volcán Popocatépetl), y a sus adicciones a las drogas y el alcohol. ‘El Rústico’, como lo apodaron, perdió su último combate contra Fernando Beltrán Jr el 21 de noviembre del 2003. Rabanales tenía 40 años, mientras que Beltrán 22. Un nocaut al alma es ver el documental "Días distintos", producido por estudiantes de la UNAM, en el que se narra las dificultades que pasa Rabanales.
    Héctor ‘El Macho’ Camacho nació en San Juan, Puerto Rico, en 1962, pero construyó gran parte de su vida en Nueva York, ciudad a la que emigró con su madre. Fue Campeón Mundial de superpluma, peso ligero y junior welter. ‘El Macho’ Camacho fue agredido con arma de fuego en el 2012, aguantó algunas horas más conectado a un respirador y en estado de coma. ‘El Macho’ peleó contra tres infartos masivos, pero el tercero lo derribó por completo. Fue un excelso boxeador que, sin embargo, pasó por problemas de consumo de drogas, estuvo preso y perdió dinero en lujos y demandas.
    Ricardo ‘El Matador’ Mayorga nació en Nicaragua en 1973. Fue Campeón Mundial de peso wélter y superwélter. ‘El Loco’, como fue apodado, perdió su último combate ante el guatemalteco Lester Martínez. Mayorga, quien tenía 46 años en aquel momento, fue noqueado por los jóvenes puños de Lester, quien tenía 23. Aparte de sus cualidades dentro del ring, ‘El Matador’ también buscó la fama en los shows mediáticos que hacía antes y durante las peleas. Le hablaba de más a su rival o se fumaba un cigarrillo o se tomaba una cerveza después de vencer. La indisciplina, los derroches de dinero, el alcohol; y el propio orgullo de esas controversias afuera de la lona, lo noquearon más fuerte que los puños encajados a Lewis. Los bolsillos vacíos los hicieron incursionar en las artes marciales mixtas, sin gran éxito.
<br>
    Michael Gerard Tyson o, Mike Tyson, nació en Brooklyn en 1966. Lo catalogaron como el boxeador más temido, más feroz, y de los mejores pesos pesados de la historia del boxeo. Fue campeón de los tres cinturones mundiales: WBA, WBC e IBF. Mike vivió excesos, dilapidó fortuna, fue encarcelado, denunciado por violación y una de sus parejas llegó a juzgarlo como un “maniaco depresivo”.
    Ubaldo Néstor Sacco nació en Mar del Plata, Argentina, en 1955. Se coronó Campeón Mundial de los pesos superligeros por la AMB al vencer, en la revancha, al norteamericano Gene Hatcher. Después de su carrera en el boxeo, Sacco estuvo en la cárcel dos años por posesión y consumo de drogas. Un tumor en las fosas nasales y una meningitis lo derribaron para siempre a los 41 años.
    Alphonse Halimi nació en Constantine, Argelia, en 1932, pero se formó en Francia. Campeón Mundial de peso gallo al vencer al italiano Mario Dagata en 1957. Tras finalizar su carrera como púgil, Halimi despilfarro su dinero, al punto de perder sus ahorros y también a su esposa, quien lo abandonó por esa falta de dominio en sus finanzas. Murió en el 2006, en París.
    Rubén ‘El Púas’ Olivares nació en 1947 en Ciudad de México. Fue Campeón Mundial de peso pluma y peso gallo. Se le considera en el país Azteca como uno de los más grandes boxeadores. En marzo de 1988 perdió su último combate ante su compatriota Ignacio Madrid. La pelea se dio en La Arena México. ‘El Púas’ llegó hasta el cuarto round, en el que lo vencieron por nocaut. Madrid tenía 25 años, mientras que Olivares 41. El derroche de dinero en lujos, las decenas de amantes, los supuestos amigos, el alcohol y las drogas lo llevaron de nuevo a un KO más difícil de superar.
    Wilfredo Benítez nació en Puerto Rico en 1958. ‘La Biblia del Boxeo’, como lo apodaron, se convirtió en el púgil más joven de la historia en ser campeón mundial, al arrebatarle el cinturón de peso wélter junior a Antonio Cervantes, ‘Kid’ Pambelé. Benítez administró mal su dinero, gastándolo en lujos innecesarios. Con el tiempo, la situación fue más crítica. Los constantes golpes, también a tan temprana edad, le costaron una encefalopatía traumática, enfermedad crónica en el cerebro.
    Joe Louis nació en Estados Unidos, en 1914. Fue campeón mundial de peso pesado durante once años, marca que nadie ha logrado superar a la fecha. Joe le dio un nocaut al racismo de su patria y fue altruista. Sin embargo, su altruismo en la Segunda Guerra Mundial -y la falta de asesoría legal- lo llevaron a deberle miles de dólares en impuestos a su país. Para sanear estas deudas llegó al punto de dedicarse a la Lucha Libre. En un documental de A&E, personas cercanas a Joe relatan que en los últimos años se volvió adicto a la cocaína, tuvo problemas con las mafias de Las Vegas y fue internado en un centro psiquiátrico.
    Pedro Fernández Castillejos, mejor conocido como 'Perico' Fernández, nació en Zaragoza, España, en 1962. Fue Campeón Mundial de pesos ligeros de la CMB en 1974-1975. El púgil zaragozano sentencia en una frase cómo fue su vida de excesos después de conquistar el éxito en el boxeo: "No debí haber bebido ni fumado y haberme cuidado". Sus últimos años los pasó pidiendo dinero en las calles, con problemas de salud (diabetes, neumonía y alzhéimer), viviendo de la solidaridad y de los cuadros que pintaba. Murió en el 2016.
    Ricardo ‘Pajarito’ Moreno nació en 1937 en Chalchihuites, México. Fue Campeón Nacional de peso pluma, destacado por sus rápidos KO. Tuvo 60 triunfos, 59 por nocaut. Varios de ellos cometidos en el cuarto round. Después de conquistar el cielo con sus triunfos y ganancias, se fue en picada debido al alcohol y las drogas. El dinero desapareció, estuvo en un hospital psiquiátrico y terminó viviendo en un gimnasio en Durango. Murió por un derrame cerebral en el 2008.
    Ray Famechon nació en 1924 en Maubeuge, una ciudad al norte de Francia. Fue Campeón de Francia y de Europa en la categoría de peso pluma. Tras una brillante carrera -en la que se convirtió en un ídolo del boxeo francés- Raymond no supo manejar bien su dinero y acabó en la pobreza. Tuvo un intento de suicidio. Unos amigos lo ayudaron ofreciéndole trabajo como barrendero en la estación de Lyon.
    Julio César Chávez nació en Ciudad Obregón, México, en 1962. Campeón mundial en tres categorías: peso superpluma, peso ligero y superligero. Posee la marca con más peleas de título mundial, con 37 combates, y el de más peleas ganadas desde sus inicios, con 89. Para muchos es el mas grande del boxeo mexicano. “La primera vez que probé la cocaína fue la noche después de la pelea ante ‘El Macho’ Camacho”, confesó Chávez. Lleva más de siete años limpio, superando su adicción a las drogas. Actualmente dicta charlas y tiene dos centros de salud para ayudar a personas adictas.

    1 / 18
    Imagen Getty Images
    José ‘Mantequilla’ Nápoles (1940-2019). Nació en Cuba, pero la mayoría de su carrera como púgil la forjó en México. Campeón Mundial de peso wélter del CMB y la AMB entre 1969 y 1975. Perdió su último combate en 1975 a los 35 años ante el británico John H. Stracey, quien en ese entonces tenía 25 años. El escenario del combate fue la Plaza de toros Monumental de México, lugar que quedó en silencio al sexto round, cuando el inglés sometió y llevó contra las cuerdas al ‘Mantequilla’, logrando el KO. Las apuestas y los malos manejos de dinero llevaron a Nápoles a muchas dificultades en los últimos días de su vida. “A veces nos falta hasta para la leche de él”, expresó Bertha, pareja que convivió con el boxeador.
    Relacionados:
    En alianza con
    civicScienceLogo
    US