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    Conociendo a Juan Carlos Osorio, ¿qué puede esperar México del entrenador colombiano que se forjó en EE.UU.?

    Metódico, estudioso, apasionado y trabajador. Conociendo a Juan Carlos Osorio

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    Por:
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    Imagen Getty Images

    Por: Diego Pinzón ( @PinzonDiego )

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    NUEVA YORK – “Lo que más me apasiona a mí es el entrenamiento como tal, el día a día del equipo, a través de la periodización táctica siempre sobre situaciones reales de juego”, comentaba Juan Carlos Osorio en una entrevista con Quique Wolf en 2013. “Ya a nivel de selección, como el nombre lo indica, el trabajo es de seleccionar”.

    “El rol de seleccionador es más para una persona con más experiencia, no solamente en el manejo de un grupo, sino también de los seres humanos, de los jugadores”, agregaba Osorio. “Yo creo que en algún momento va a llegar”.

    Hoy, al parecer ese momento le ha llegado, en un país que ya conoce y en donde dirigió al Puebla un poco más de cuatro meses. Sin embargo, no es la primera vez que tiene la posibilidad de dirigir a una selección nacional.

    Antes de su llegada al Puebla, en 2011 Osorio fue el elegido para llevar las riendas de la selección de Honduras, pero por situaciones contractuales debió mantenerse como entrenador de Once Caldas.

    “El Once Caldas no me deja ir y por el tiempo que la Federación de Honduras requería se me hace imposible tomar ese reto”, comentaba Osorio en aquel entonces a medios hondureños.

    Pero ahora, las cosas son diferentes.

    Osorio enfrentará, sin dudas, el reto más importante de su carrera con la selección nacional de México. La presión de los aficionados, la atención e intereses mediáticos sobre El Tricolor, y la falta de garantías – en muchas ocasiones – para conllevar un proceso a largo plazo, hacen parte de la descripción laboral del puesto que está por asumir.

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    Por lo mismo, el todavía entrenador del Sao Paulo brasileño, entiende que la naturaleza de su labor tiene varios matices que rodean la profesión. Situaciones que no puede, ni intenta, controlar.

    “El fútbol es un deporte subjetivo, es de opiniones y todos tenemos derecho a opinar”, comentaba Osorio luego de se segundo título en liga con Atlético Nacional en 2013. “Hasta recibo consejos de mi madre sobre cómo debemos jugar”.

    “Hago un esfuerzo por discernir de las críticas bien intencionadas, analizarlas y tratar de aprender de ellas. Las otras, desecharlas simplemente”.

    DE DONDE POCOS MIRAN, SURGIÓ OSORIO

    Apodado “El Recreacionista”* por sus metodologías, Osorio es el único entrenador latinoamericano en la historia de la MLS en llevar a un equipo a la final de la liga. En 2008, su primera temporada como director técnico de los New York Red Bulls, lideró al equipo a su única final de la Copa MLS hasta el momento, cayendo ante Columbus Crew.

    “Cuando estuve en Chicago [Fire] y con Red Bulls, era más joven con menos experiencia, pero como entrenador igualmente competente”, le comentó Osorio en mayo al podcast Tiro Libre de FutbolMLS.com. “Valoro inmensamente lo que hice en la MLS, porque se requiere un plus para dirigir en esa liga”.

    La diferencia en métodos, manejo de los equipos y presupuestos, hacen que la MLS sea un campo difícil para algunos entrenadores. Por algo Ruud Gullit, Carlos Queiroz o Carlos Alberto Parreira no consiguieron ningún título, y ni siquiera llegaron a ninguna final.

    De confirmarse su contratación, Osorio se convertirá en el primer entrenador forjado en los EE.UU. y en haber dirigido en la MLS, que asume como seleccionador de México. Un elemento más para la laureada rivalidad existente entre ambas naciones.

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    Pero, de la misma manera, podría ser una analogía a los mexicanos que viven en EE.UU., un país en el cual la Selección Mexicana siempre actúa como local, sin importar el rival.

    El colombiano llegó a EE.UU. a finales de los años 80 tras terminar su carrera como futbolista profesional que duró apenas cinco años. Al igual que muchos inmigrantes, se radicó en Nueva York en busca de un mejor futuro profesional y mientras estudiaba, buscó lo ineludible para obtener los recursos necesarios.

    “Como todos los que nos hemos ido a un país extranjero, trabajé en construcción manejando un taladro eléctrico en la calle”, comentó en 2013 Osorio en una entrevista al canal TeleMedellín. “Fue durísimo. Aguantando frío, e hice otros trabajos, en restaurantes, en la biblioteca de la universidad y lo que fuera para sobrevivir”.

    Al mismo tiempo consiguió su primer título, que aunque no le entregó una medalla o una copa se convertiría en el fundamento de su trabajo como entrenador de fútbol en el futuro, graduándose de Fisiología del Ejercicio y Rendimiento Humano. Conoció a su esposa como mesera de un restaurante colombiano en Nueva York, y luego de conquistarla tuvo dos hijos con ella, lo cual le permitió forjar una familia en el exterior, pero siempre ligado a sus raíces colombianas.

    Luego de entrenar niños y algunos equipos de fútbol locales, integró el cuerpo técnico de los MetroStars que dirigía Octavio Zambrano en la temporada 2000 de la MLS, antes de conseguir un máster en Ciencias Superiores del Fútbol. Posteriormente se fue a Inglaterra como preparador físico y asistente técnico del Manchester City, en donde obtuvo las principales licencias como entrenador de la UEFA.

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    De ahí en adelante comenzó una perseverante y exitosa carrera como director técnico de varios de los equipos más importantes en cuatro países diferentes. Su primer campeonato lo consiguió con Once Caldas en la liga colombiana, para luego entregarle tres estrellas más al Atlético Nacional – así como dos Copas Colombia -, y desde el 1 de junio dirigió al Sao Paulo al cual dejó en la quinta plaza de 20 equipos en el Brasileirao.

    ¿QUÉ PUEDE ESPERAR MÉXICO DE OSORIO?

    “El Recreacionista” es un técnico que se preocupa por los detalles pequeños, que otros no notan o prefieren ignorar. Es un entrenador con conocimiento, liderazgo y deseo de mejorar tanto personal como profesionalmente, características que él mismo reconoce debe tener un técnico.

    Admira los estadios que no tienen pista atlética y en los cuales la afición está más cerca del campo. Nació en Santa Rosa de Cabal, un municipio en el occidente de Colombia en el Departamento de Risaralda, uno de los más pequeños del país, cuya población cabe casi dos veces en el Estadio Azteca.

    Desde que estuvo en Puebla valora el fútbol mexicano, al cual describe como un “fútbol de ataque, de ida y vuelta, como en Inglaterra”. A pesar de su poco éxito allí, Osorio considera que fue una experiencia muy positiva en su carrera en la cual su propia vocación lo traicionó.

    “Me habían llevado con la ilusión de llevar dos o tres refuerzos, pero el dueño dijo que no iba a haber ninguno”, comentó Osorio con Quique Wolf. “Nos iba muy bien al comienzo contra los equipos grandes, pero al final de los partidos siempre nos ganaban porque no teníamos cómo hacer los cambios”.

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    Es conocido por sus libretitas, en las cuales suma, resta y hasta multiplica con diagramas que quizás solo él entiende. Cuando sus jugadores entran de cambio, generalmente, les entrega ‘papelitos’ en los cuales describe la modificación táctica y de esquema que debe tener el equipo. Cada papel contiene las iniciales de los jugadores en cancha, ejemplificando la posición que deben asumir.

    Quizás el cambio más complicado para los medios de comunicación, en comparación con Miguel “Piojo” Herrera, es que Osorio usualmente no entrega su alineación antes del día del partido. Simplemente no es una función que él práctica, y que le permitirá sorprender en más de una ocasión con sus elecciones.

    “Nosotros pensamos que hay que tratar diferentes escenarios durante los cinco días previos al partido. Siempre tenemos un plan B y uno C”, reconoce Osorio. “El día del partido hablamos con todos los muchachos que tenemos concentrados y sabiendo quiénes están bien, ese es el equipo que juega”.

    Lo verán con calcetines negros, o “medias” como se le dice en Colombia, en cada entrenamiento. Más que una cábala es una tradición que ha mantenido siempre como entrenador, y que quizás continúe ahora como seleccionador.

    “Un seleccionador debe tener humildad para aceptar que en algunas se va a equivocar y en otras que va a aceptar”, recalcó Osorio cuando sonaba para entrenador de la selección de Canadá.

    Una frase que para el entorno al que se va a enfrentar ahora, es más que apropiada.

    * El apodo de "El Recreacionista" se lo puso Luis Augusto García, un exentrenador de Millonarios, cuando Osorio salió del club, debido a que no estaba de acuerdo con sus métodos de entrenamiento. Desde entonces, y a pesar que no es un sobrenombre que agrade al próximo entrenador de México, el propio Osorio lo ha aprendido a acoger y reconocer .


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