Mientras Lainez se hacía figura de Liga MX, el Real Betis Balompié se convertía en el camaleón de La Liga y de la Europa League. Y es que dos de las victorias importantes de la escuadra de Quique Setién, ante el Sevilla en el Benito Villamarín y contra el AC Milan en San Siro, fueron logradas mediante rotaciones.
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En el derbi sevillano, Setién formó con un 4-2-3-1, parecido al de Miguel Herrera con América, donde el mexicano Andrés Guardado y el portugués William Carvalho hicieron el 'doble pivote' de mediocampistas. Aquí, el japonés Takashi Inui cumplía el rol de Lainez como extremo por uno de los costados.
Sin Guardado por lesión, el club andaluz salió airoso gracias a quienes han sido sus grandes revelaciones: el mediocampista Giovani Lo Celso y el carrilero Junior Firpo. Se trata de un esquema, por así decirlo, "lavolpista clásico," donde Lo Celso da asociación por dentro y Firpo, amplitud por fuera.
Así llegó la mejor de las victorias verdiblancas con Setién: el 4-3 ante el FC Barcelona con Guardado, Firpo y Lo Celso en plan grande.
Por otro lado, el Betis también ha sufrido derrotas duras: fue goleado 3-0 por el Levante en la fecha uno y también cayó ante el colista Huesca. Con las rotaciones ciertamente ha venido cierta irregularidad.
En cuanto a Lainez, se antoja complicado que en el 5-3-2 juegue como carrilero, ya que hay hombres más experimentados en defensa por delante suyo. En todo caso, podría jugar como segundo punta, compitiendo con los atacantes españoles Loren Morón y Joaquín.
Lo factible es que Lainez le dé la posibilidad a Setién de regresar al 4-2-3-1. Sin Inui, el mexicano debe ser alternativa en términos tácticos.
En conclusión, las rotaciones de Setién harán de Lainez un jugador más completo, cuya maduración tomará tiempo y paciencia. De inicio no jugará tanto como en el América, pero lo seguro es que Setién le brindará oportunidades y minutos de juego.
