¿Cómo se mantienen en forma los pilotos de F1?

Ahora que el coronavirus mandó a todos a su casa, una de las principales preocupaciones de los deportistas profesionales en el mundo de la Fórmula Uno es mantener el nivel, entrenarse y sobre todo, perder lo menos posible las habilidades que los tienen en la competencia al mayor rendimiento.

Pero hablando de las carreras de autos, la cosa se complica, porque los entrenamientos deben ser absolutamente integrales, físicos, de fuerza, de resistencia, de habilidad técnica, agudeza mental y además una alimentación que los mantenga con el menor peso posible, pero sin perder fuerza.

Mientras que mucha gente piensa que un piloto de carreras se sienta, acelera frena y tuerce el volante, para poder hacerlo a más de 300 kilómetros por hora requiere de una preparación de varias disciplinas.

La fuerza tiene que ver con las fuerzas G que se pueden generar a altas velocidades, si tomamos en cuenta que una fuerza g es igual a tu peso, si la triplicamos entonces una persona de 80 kilos, tendría en inercia una masa de 240 kilogramos.

La mayoría de los pilotos de F1 son tan entregados al deporte como los triatletas, ciclistas, corredores pedestres, levantan pesas, hacen cardio y por si fuera poco, son capaces de identificar y aislar cada instrumento en una orquesta, educando su oído, no sólo por la música, sino para afinarlo de tal manera, que puedan escuchar cualquier detalle en el motor que pueda comprometer su competencia.

La cabeza esa un promedio de entre 8 a 10 kilos, en este caso, se necesita una fuerza en el cuello que pueda mantener el movimiento de 30 kilogramos al dar la vuelta en una curva. Entonces hay que ejercitar el cuello de forma especial.

Los brazos también requieren de un entrenamiento para mover el volante que se endurece, que exige, y que requiere de estarse moviendo constantemente en la entrada de las curvas en un circuito por espacio de una hora y media en promedio por carrera y además, sin parar.

La agudeza mental es clave y hay aparatos especiales para ello, que ponen a punto la memoria, los reflejos y la concentración, porque si a 300 kilómetros por hora, se puede atravesar dos campos de fútbol en un segundo, entonces la capacidad de tomar decisiones rápidamente es necesario para no cometer un error que se traduzca en un accidente que pueda costar la vida.

¿Que si los pilotos se entretienen haciendo malabares y dominando un balón de fútbol?. Si, claro, pero más que por diversión, lo hacen para ejercitar su cerebro, reacciones, toma de decisiones y tener la mente hábil.

Muchos pilotos de esta era también se entrenan en los simuladores, compiten en carreras virtuales para memorizar los circuitos donde corren, para probar piezas para su equipo, para no perder el toque de circular a alta velocidad, que aunque nunca será igual que competir físicamente, si los llevan a mantener un ritmo competitivo en la concentración que requiere su trabajo, porque al final, ese pequeño habitáculo donde se encierra dentro del auto, es su oficina.