Fluminense, campeón brasileño 2012, y Vasco da Gama a segunda división
Un hecho insólito
Fluminense, campeón del año pasado, y el Vasco da Gama, otro de los clubes tradicionales de Brasil, disputarán en 2014 el Campeonato Brasileño de segunda división tras los reveses que sufrieron hoy en la última jornada de la Liga, empañada por un incidente violento que dejó tres heridos.
Con el Cruzeiro coronado campeón brasileño con cuatro jornadas de anticipación, lo que más acaparaba la atención en la última fecha era la definición de los dos clubes que acompañarían al Náutico y al Ponte Preta a la segunda división el próximo año.
Y los castigados fueron dos de los clubes con mayor afición en la ciudad de Río de Janeiro, cada uno con cuatro títulos de Liga.
El Fluminense terminó descendido pese a la victoria por 1-2 que cosechó en su visita al Bahía en el estadio Fonte Nova, de la ciudad de Salvador, uno de los escenarios del próximo Mundial.
El club tricolor dependía a la vez de otros resultados y terminó castigado por la victoria del Coritiba por 1-0 sobre el Sao Paulo, que salvó a los curitibanos.
El Fluminense sumó 46 puntos, los mismos con que se quedó el Criciúma tras ser derrotado por 3-0 por el Botafogo, pero que no le alcanzaron para salvarse debido a que sumó una victoria a menos que el rival.
Es la primera vez en la historia del Campeonato Brasileño que el campeón del año anterior cae a la segunda división, aunque no es la primera experiencia del Fluminense, pues fue condenado en 1996, aunque una súbita alteración de las normas le permitieron permanecer en la elite el siguiente año, cuando por los malos resultados volvió a ser descendido.
En 1998 el equipo de Río de Janeiro cayó a la tercera división pero una nueva polémica serie de maniobras de los directivos del fútbol permitieron que volviera directamente a la división de honor en 2000, en donde estaba hasta hoy y en un período en el que cosechó dos títulos de Liga.
Por su parte, el Vasco da Gama, que también necesitaba vencer y dependía de otros resultados, sufrió una humillante goleada por 5-1 en su visita al Atlético Paranaense, que quedó en el tercer lugar de la clasificación y garantizó uno de los cupos a la Copa Libertadores del próximo año.
Éderson, un delantero desconocido hasta hace pocos meses, anotó tres de los goles del Paranaense y conquistó el título de goleador del Campeonato Brasileño, con 21 anotaciones, con lo que sustituyó a Fred, artillero del año pasado con el Fluminense.
La derrota del Vasco se produjo tras un violento enfrentamiento en el estadio Arena Joinville que dejó a cuatro hinchas heridos, tres de ellos de gravedad, hecho que le restó brillo a la jornada final de la Liga y que obligó al árbitro a suspender por una hora el partido.
El compromiso fue interrumpido a los 17 minutos cuando el Paranaense vencía por 1-0 y sólo fue reanudado una hora después cuando la policía informó de que la seguridad estaba garantizada.
Las violentas escenas de la gresca y del aterrizaje de un helicóptero para evacuar los heridos fueron retransmistidas por televisión y tuvieron repercusión en los medios de varios países, que recordaron que Brasil será el anfitrión del Mundial de 2014.
Esta es la segunda vez que el Vasco da Gama tiene que disputar la segunda división, a donde ya había caído en 2008 y de donde resurgió en 2009 como campeón.
En la otra punta, con Cruzeiro y Gremio confirmados en los dos primeros dos lugares de la clasificación y con cupos en la Libertadores, el Atlético Paranaense y el Botafogo, con sus victorias de este domingo, terminaron quedándose con los otros dos boletos para el torneo continental del próximo año.
Al menos tres personas gravemente heridos dejó un violento enfrentamiento entre hinchas del Atlético Paranaense y del Vasco da Gama y la suspensión temporal del partido de la última jornada del Campeonato Brasileño que jugaban en la sureña ciudad de Joinville, ciudad del estado de Santa Catarina.
Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville en un partido decisivo para ambos equipos debido a que el Atlético Paranaense necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también para huir del descenso a la segunda división.
El enfrentamiento, con brutales imágenes de violencia retransmitidas por la televisión, comenzó poco después de que el zaguero Manuel puso en ventaja al Atlético Paranaense.
El árbitro suspendió el compromiso a los 17 minutos y lo reanudó una hora después, cuando la policía informó de que la seguridad estaba garantizada.
Los jugadores de ambos equipos intentaron desde la cancha calmar la situación con llamados a la calma a los fanáticos que peleaban en los graderíos.
Los incidentes de produjeron precisamente debido a la falta de policías en el estadio, ya que los uniformados estaban concentrados en las afueras del escenario.
La policía responsabilizó de la gresca a vigilantes privados que ofrecen el servicio de seguridad dentro del coliseo.
El médico José Eduardo Dias, encargado de la atención dentro del estadio, informó de que tres aficionados fueron trasladados a hospitales con heridas de gravedad.
Uno de los heridos tuvo que ser retirado en un helicóptero que aterrizó en medio de la cancha.
Según la policía, uno de los hinchas agredidos era seguidor del Atlético Paranaense y los otros dos del Vasco da Gama.
El presidente del Vasco, el exfutbolista Roberto Dinamite, pidió la cancelación del partido por falta de garantías y llegó a decir que uno de los aficionados había muerto en el enfrentamiento, pero la información no fue confirmada por la policía.
"No están respetando lo más importante que son las vidas. No hay policías y eso preocupa a todo el mundo. No estamos pensando en primera o segunda división. Quiero retirar a mi equipo de la cancha por la falta de seguridad pero no lo hago porque podemos ser sancionados", afirmó.
Los jugadores de ambos equipos tuvieron que volver a la cancha pese a que visiblemente estaban afectados por la violencia en los graderíos.