Hugo Salcedo | Un triunfo para recordar siempre

En el mundial de Suecia 1958 la selección mexicana de futbol logró su primer punto en un campeonato mundial ante Gales. Cuatro años después en Chile el cuadro tricolor festejó su primer triunfo cuando se midieron ante la extinta Checoslovaquia.

Esos dos momentos son sin duda de los más importantes en la historia de la selección mexicana. Ser locales en 1970 y 1986 hicieron ilusionar a todo un país, sin embargo al final no se pudo lograr algún puesto que se destaque de forma notable.

En 1999 llegó un momento épico en la cancha del Estadio Azteca: el equipo dirigido por Manuel Lapuente se consagró en la Copa Confederaciones al vencer en un partidazo a la selección de Brasil.

En categorías con límite de edad también se registraron momentos que han quedado para siempre marcados con letras de oro, los títulos Sub-17 en 2005 y 2011, además de la medalla dorada en Londres 2012.

Algunos otros partidos no han podido entregar trofeos, sin embargo se recuerdan de manera especial: el triunfo del pasado mundial ante Alemania, la victoria sobre Argentina en Copa America con el golazo de Ramon Morales, además de los empates contra Italia en 1994 y 2002.

Esta edición de Juegos Olímpicos nos ha entregado un momento para registrar por siempre en la memoria sin importar el alcance final de el seleccionado.

La contundente victoria frente a Corea del Sur deberá ser considerada como uno de los mejores desempeños en la historia de cualquier selección mexicana, se valora en función del rival, el cual era capacitado y de enorme calidad individual y colectiva.

Los desempeños fueron elevados, rendimientos que se acercaron a la excelencia de la gran mayoría de los integrantes, incluido el cuerpo técnico, que ejecutó con maestría la estrategia, así como las modificaciones durante el partido.

No borre de su mente esta notable victoria: un triunfo que tiene que estar al menos en el top 10 de los mejores partidos en la historia del tricolor en cualquier categoría.