El polaco Robert Kubica, retirado de la Fórmula 1 desde 2010, será uno de los dos pilotos titulares de Williams para la temporada 2019, anunció la escudería británica este jueves al margen del Gran Premio de Abu Dabi.
Kubica vuelve a la F1 ocho años después: correrá con Williams en 2019
Al primer piloto polaco en la máxima categoría le estuvieron cerca de amputar el brazo en 2011.
El piloto, de 33 años, resultó gravemente herido en febrero de 2011 en un rally en Italia y estuvieron a punto de amputarle el brazo derecho. Desde entonces abandonó la F1, en la que competía con Renault.
La temporada que viene correrá en Williams con el británico George Russell, de 20 años, actual líder del campeonato de Fórmula 2.
" Ha sido un duro camino para regresar a la Fórmula 1, pero lo que parecía casi imposible empieza a hacerse realidad y estoy entusiasmado de poder decir que estaré en la parrilla de la Fórmula 1 en 2019", declaró Kubica en una rueda de prensa en el circuito de Yas Marina.
La directora de la escudería británica, Claire Williams, destacó por su parte la "valentía y determinación" de Kubica, quien era desde hace un año piloto reserva del equipo.
"Sus cualidades en materia de ingeniería nos servirán para el desarrollo de nuestro próximo monoplaza", agregó la hija del fundador de la escudería de Grove, Frank Williams.
Kubica efectuó varias sesiones de ensayo en 2017 al volante de un bólido de Fórmula 1, primero con Renault y luego con Williams.
La última aparición en Fórmula 1 del piloto de Cracovia se remonta al Gran Premio de Abu Dabi en 2010.
Kubica logró la única victoria en su palmarés en el Gran Premio de Canadá en 2008, al volante de un BMW Sauber.
Muchas cosas han cambiado en la categoría reina desde el 6 de febrero de 2011, cuando en el Rally Ronde di Andora, cerca de Génova, Kubica fue víctima de una violenta salida de carretera.
El polaco, que participaba en rallies para convertirse en "un piloto más completo y divertirme", pudo haber perdido su brazo derecho e incluso la vida.
Su brazo, en el que ha recuperado el movimiento tras una larga reeducación, le ha forzado a cambiar de estilo de conducción, sobre todo en el Mundial de Rallies (WRC) en 2014 y 2015.
No era la primera vez que el polaco rozaba la muerte.
En 2003, se le implantaron 18 clavos de titanio en ese mismo brazo derecho, tras un accidente de coche en el que iba en el asiento delantero junto al conductor.