The Last Dance, episodio 7: El primer retiro de Michael Jordan

El documental The Last Dance, que relata la temporada de 1997-98 de los Chicago Bulls y Michael Jordan, llegó a su episodio 7 en el cual se tocaron temas sobre su primer retiro de la NBA en 1993 y su incursión en el beisbol. El equipo siguió adelante bajo el liderazgo de Scottie Pippen.

La muerte del padre de Michael Jordan inició una serie de teorías que vinculaban sus problemas de apuestas con el trágico desenlace de su papá.

Jordan ya estaba cansado e incluso confesó en 1992 que su intención era retirarse de la NBA para jugar beisbol, el asesinato de su padre aceleró todo. Necesitaba salir del basquetbol y respirar. Esa fue la versión oficial que se dio el 6 de octubre de 1993 cuando anunció su retiro.

Aunque existen otras teorías como que, en medio de una investigación por sus problemas con el juego, David Stern expulsó a Jordan durante 18 meses de la liga, misma que negaron los dos.

El considerado mejor basquetbolista de todos los tiempos, Michael Jordan, decidió en 1994 jugar beisbol tras retirarse de la NBA, después de conseguir un tricampeonato con los Chicago Bulls en las temporadas 1991, 1992 y 1993.

Jordan atraía a las múltitudes, era un fenómeno de masas en el planeta, y en los parques de pelota no fue la excepción cuando firmó un contrato con los Chicago White Sox.

Según Jordan, el motivo de comenzar a jugar beisbol fue por una promesa que hizo con su padre, quien fue asesinado a los 56 años. Empezó a entrenar en verano y el 31 de marzo de 1994 fue asignado a los Birmingham Barons, equipo de ligas menores de los White Sox.

Por otra parte, la culminación de la temporada 1994 y las 55 victorias fue alcanzar las Semifinales contra los New York Knicks, su gran rival de conferencia. Pippen venía de firmar una temporada de calibre MVP y, cuando la serie estaba en el aire, él pensaba que el tiro decisivo sería suyo, pero no fue así.

Phil Jakcson le dio el tiro ganador al recién llegado a la NBA, Toni Kukoc, y esto le sentó fatal a Pippen, que se negó a entrar al campo. El jugador croata anotó, pero fue un golpe muy duro para sus compañeros, que se sintieron decepcionados por el número 33 de los Bulls. Pippen terminó ofreciendo disculpas, aunque el equipo cayó en el Juego 7.

El final del episodio es posiblemente la mejor parte. Un Jordan emocionado habló sobre si su actitud como compañero perjudicó su imagen de un tipo amable.