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    Kobe Bryant "no iría" a la Casa Blanca si Trump le invitara

    La exestrella de los Lakers se unió a los deportistas que rechazarían visitar al actual presidente de EEUU.

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    Por:
    TUDN

    La exestrella del básquetbol estadounidense Kobe Bryant "no iría" a la Casa Blanca si el presidente de su país, Donald Trump, le invitara, afirmó en Francia, donde se encontraba por un acto de uno de sus patrocinadores.

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    Preguntado por una hipotética invitación de la Casa Blanca, Bryant fue claro: "No, no iría".

    "Creo que ante todo es una cuestión de respeto y una cuestión de luchar por tus opiniones", añadió el exjugador de Los Angeles Lakers, de 39 años, que se retiró en 2016. "Puedes estar de acuerdo o no estarlo, está bien, es lo bonito de ese país, que se puede hablar en nombre de lo que uno cree y defender tus opiniones".

    La novela alrededor de Colin Kaepernick tuvo un nuevo capítulo cuando se conoció que el jugador que primero se arrodilló en NFL durante el himno como protesta estaría dispuesto a no hacerlo si vuelve.
    La historia comenzó cuando el en ese entonces mariscal de los San Francisco 49ers se salió del protocolo del juego y llevó su influencia afuera de la competencia.
    Kaepernick comenzó las protestas durante el himno en los partidos de la NFL para llamar la atención sobre los asesinatos de hombres negros por agentes de la policía y otras injusticias sociales.
    El mariscal, que guió en su momento a su equipo al Super Bowl del 2012, tuvo adeptos, pero al tiempo vivió un declive en su rendimiento. En medio de ambas cosas salió de los 49ers.
    Las protestas se extendieron esta temporada después de que al exjugador de los San Francisco 49ers se le retirara de su contrato y luego no pudiera firmar con otro equipo.
    La polémica se encendió cuando el presidente Donald Trump afirmó que se debería despedir a quienes hagan ese gesto en NFL. El mandatario ha arremetido contra jugadores y la propia liga.
    La respuesta de algunos de los jugadores fue arrodillarse como gesto de protesta a las declaraciones del presidente y, de paso, para apoyar la causa.
    Ya es habitual ver a muchos jugadores de la NFL hincarse como protesta durante los himnos de Estados Unidos en los estadios.
    Algunos fanáticos se mostraron de acuerdo con lo dicho por Donald Trump y de paso criticaron al propio Kaepernick.
    El gesto de Kaepernick fue replicado por otros deportistas en las diferentes competencias.
    Incluso, un jugador de la MLB se unió a la causa luego de que Trump lanzara sus ataques a la protesta de la NFL.
    Las protestas de sus excompañeros se mantienen, mientras que Kaepernick hace trabajos en el campo y lanza cientos de pases durante varias horas al día en un lugar no revelado en Nueva Jersey.
    El vicepresidente Mike Pence se retiró de un partido de los Indianapolis Colts luego de que los jugadores se arrodillaran y advirtió que no dignificará ningún evento donde no se respete el Himno.
    La polémica por el gesto es aún un motivo de diferencias en el contexto de la NFL.
    Kaepernick, que entrena en un gimnasio y trabaja con jóvenes en Harlem, dijo que si lo fichan, no se arrodillará durante el himno y que los ingresos de ventas de sus playeras se donarían a caridad.

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    Imagen Getty Images
    La novela alrededor de Colin Kaepernick tuvo un nuevo capítulo cuando se conoció que el jugador que primero se arrodilló en NFL durante el himno como protesta estaría dispuesto a no hacerlo si vuelve.

    "Respeto la opinión de los demás. Creo que cada opinión tiene su lugar, así que no iría", añadió Bryant, que inauguró un espacio dedicado al básquet en el distrito XIX de París.

    Kobe Bryant se refería así al conflicto que enfrenta a Trump con importantes deportistas estadounidenses. Desde hace casi un mes, el presidente estadounidense se opone sobre todo a jugadores de fútbol americano de la NFL, muchos de los cuales ponen una rodilla en tierra durante el himno nacional.

    Este controvertido gesto, efectuado inicialmente para denunciar las tensiones raciales en Estados Unidos, es interpretado por Trump como una falta de respeto a Estados Unidos.

    Después del fútbol americano, Trump encontró enemigos en el básquetbol, retirando por ejemplo la invitación a la Casa Blanca a Stephen Curry, del equipo Golden State Warriors de la NBA, campeón del último campeonato.

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