El recuerdo de Ochoa en Brasil 2014 debería motivar al Tri en octavos

Corría el minuto 25 del encuentro entre Brasil y México en fase de grupos de Brasil 2014. Dani Alves tomó un balón suelto sobre la banda derecha en territorio azteca, alzó la mirada, centró y encontró la cabeza de Neymar que le ganó en elevación a Rafa Márquez. Lo que sucedió momentos después del remate de cabeza del 10 de la Canarinha quedaría impreso en la memoria de los Mundiales y la afición mexicana.

'Memo' Ochoa estiró su brazo derecho, quizás como jamás en su vida volverá a hacerlo, y sacó un balón que media Arena Castelao ya gritaba como gol. No se podía creer que alguien de carne y hueso pudiera realizar una atajada solo vista en dibujos animados.

Cuatro años después, el recuerdo de la atajada ante Brasil, y la actuación en general de Ochoa, debería servir como motivación para una escuadra tricolor que perdió el piso y cayó estrepitosamente ante Suecia en su último compromiso en fase de grupos de Rusia 2018.

En aquella histórica tarde en Fortaleza, Ochoa no solo frustró las intenciones de Neymar en dos ocasiones; la última de éstas al minuto 68 tras una recepción magistral del brasileño con el pecho que remató a quemarropa. Al astro brasileño se le sumó Paulinho en la primera mitad, quien no pudo estrenar el marcador a dos minutos del descanso tras una gran salida del mexicano.

Y después Thiago Silva de cabeza al 85' tras un cobro de tiro libre que Ochoa rechazó con reflejos felinos para sellar el empate a cero goles.

Todo podría cambiar para bien o para mal cuatro años después. Brasil se medirá ante un equipo que le ha dado más de un dolor de cabeza en su historia. México se sabe el menos favorito y podría beneficiarse. Ochoa retomó su nivel en Rusia 2018 y los ingredientes para un juego de ensueño están puestos en la mesa. Que ruede el balón.