Ciclismo

    Lance Armstrong de leyenda del ciclismo a mentiroso

    El maquiavélicamente arrogante ciclista fue demoledor, hasta que lo desenmascararon.

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    Por:
    TUDN


    Video Lance Armstrong pasó de la fama a la infamia por el dopaje
    Un atleta que primero fue admirado, pasó a la vergüenza de ser señalado como el gran mentiroso.
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    Lance Armstrong escribió en oro su nombre en los libros de historia, ganó siete veces el Tour de Francia y una medalla en los Juegos Olímpicos Sydney 2000 cuando era parte de la élite del ciclismo mundial y al final, ese oro resultó tan falso como él mismo.

    Arrogante como pocos, presumía haber superado más de quinientos controles de dopaje sin problemas. Fue capaz de afirmar que su éxito no se encontraba en sus piernas, ni en su mente, sino en su corazón.

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    Tras muchas sospechas, investigaciones y querellas, la USADA lo desenmascaró en un conjunto de mil páginas que detalla cómo operó el fraude más grande en un deporte tan exigente, haciendo trampa por dopaje y arrastrando en el proceso a sus compañeros primero con liderazgo y luego con amenazas donde abundaba sobre todo la soberbia, arrogancia y prepotencia.



    Nadie como él, en efecto. Más allá de la competencia, nunca hubo quien se atreviera a crear un protocolo tan preciso para dopar su cuerpo y así ganar ganar no un título, sino siete. Como todo un capo de la mafia alteró controles antidoping, lo más triste es que sin ello, tal vez pudo ser un ciclista promedio ó peor.

    Lo que sí fue es un tremendo publirrelacionista que lograba atraer los socios comerciales que invirtieran en el equipo, patrocinando lo necesario para continuar sumando títulos, triunfos, podios, porque al final de eso se trataba, de grabar en la mente de los aficionados, las marcas que se mostraban a nivel mundial y así estaba garantizado el retorno de su inversión por publicidad.

    Lance Armstrong en Tour de Francia de 1999, el primero de siete que se adjudicó de forma consecutiva y que le dieron fama mundial.

    Imagen AP Images
    Lance Armstrong en Tour de Francia de 1999, el primero de siete que se adjudicó de forma consecutiva y que le dieron fama mundial.


    Pero nunca se puede actuar en solitario, la ayuda de Michele Ferrari y otros tantos para el desarrollo de las sustancias y protocolos eran parte de una rueda que a veces también sumó a sus engranajes la vista gorda de la Unión Ciclista Internacional cuando llegó a haber algunas dudas, a veces por corrupción, a veces por incapacidad y a veces, por mantener el ‘status quo’ para evitar el escándalo.

    Incluso cuando pasó la investigación y había renunciado a toda defensa cuando se le despojó de los títulos, en la entrevista con Oprah Winfrey, no pudo dejar de mentir y sumó a la opinión de millones de norteamericanos que ahora lo llamaban el mayor mentiroso en la historia del deporte.

    Oprah Winfrey entrevistó a Lance Armstrong, pero tras el reporte de la USADA dejó poco a la sorpresa en la plática de 90 minutos que se transmitió en dos programas de televisión en enero de 2013.

    Imagen Cortesía
    Oprah Winfrey entrevistó a Lance Armstrong, pero tras el reporte de la USADA dejó poco a la sorpresa en la plática de 90 minutos que se transmitió en dos programas de televisión en enero de 2013.


    Millones vistieron en los últimos años de su prolífica carrera las bandas amarillas por su ‘lucha contra el cáncer’, para apoyar la fundación de Lance Armstrong. Pero que padeciera él mismo el cáncer también era parte de su proceso para justificar el uso de ciertas sustancias.

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    Al final, ese símbolo también fue parte del desprecio, que cosa curiosa, la silicona de las pulseras era de color amarillo.

    El ciclismo entonces perdió credibilidad, fuerza y afición y la UCI ha trabajado desde entonces muy cerca de la Agencia Mundial Antidopaje para evitar más casos del tipo, con controles más estrictos y precisos, con la ayuda de médicos que buscarían las formas de saltar por encima de la legalidad.

    La ultima competencia internacional de primer nivel para Lance Armstrong fue el Down Under de 2011, año de su retiro definitivo del ciclismo.

    Imagen AP Images
    La ultima competencia internacional de primer nivel para Lance Armstrong fue el Down Under de 2011, año de su retiro definitivo del ciclismo.


    Armstrong atrajo a millones de aficionado al ciclismo de primer nivel pero decepcionó a todo el gremio, a todos los seguidores y entre el daño, la búsqueda de patrocinios y socios comerciales se enturbió tanto que hoy es más difícil que nunca conseguir apoyos.

    Desde 2016 se sabe que montó un podcast en la red, aprovechando la fama que aún le queda para entrevistar a personas que él mismo selecciona y aprueba, pero no más sobre la bici, no los caminos… al menos ya no en competencia, porque así como estuvo ‘en los cuernos de la luna’, también tocó el fondo más oscuro y profundo de la infamia.



    Así fue, así es… Lance Armstrong.

    Lance Armstrong pasó a ser del gran atleta al más grande mentiroso | Ganó siete veces el Tour de Francia y perdió sus títulos al descubrirse su programa de dopaje.
    La historia lo ubica en el top 10 de ciclistas a nivel mundial. Conquistó en siete ocasiones el Tour de Francia y más títulos a lo largo de su carrera.
    Afirmaba que su fuerza se encontraba en el corazón más que en cualquier otra parte de su ser. Pero, después de las investigaciones pertinentes, el teatro se derrumbó.
    La Agencia de Antidopaje de Estados Unidos, USADA, presentó las pruebas que confirmaron uno de los más grandes fraudes en el deporte. El soberbio Lance, estuvo dopado.
    Fue maquiavélica la manera que encontró para ganar los siete títulos de Francia. Alteró los controles antidopaje para dejar de ser un ciclista promedio.
    El único logro indiscutible en su carrera fue el de las relaciones públicas. Siempre encontró la manera de inyectar dinero al equipo y consiguió estar en la mente de los aficionados.
    Michele Ferrari y otros más fueron cómplices en el show montado por el polémico ciclista al desarrollar las sustancias necesarias y/o evitar los escándalos.
    Pasada la investigación, la opinión pública lo etiquetó como ‘el mayor mentiroso en la historia del deporte’. Incluso lucró con su lucha contra el cáncer comercializando las famosas pulseras amarillas de silicón.
    El prestigio y la fuerza que mantenía el ciclismo se derrumbó. Ahora la Agencia Mundial Antidopaje vigila de cerca el ciclismo pera evitar más casos similares.
    El que alguna vez atrajo a millones de aficionados al ciclismo no habla más de las rutas ni de las ruedas. La decepción que dejó en gremio se convirtió en un obstáculo para conseguir patrocinios; todos pagaron justos por pecadores.
    Aprovechando lo que le queda de fama, montó un podcast desde 2016 donde entrevista a personalidades bajo un estricto esquema de selección y aprobación. El ciclista que algún día estuvo en el paraíso ahora cumple su condena en el purgatorio.

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    Imagen Marcio Jose Sanchez/AP
    Lance Armstrong pasó a ser del gran atleta al más grande mentiroso | Ganó siete veces el Tour de Francia y perdió sus títulos al descubrirse su programa de dopaje.
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