Copa Confederaciones

    El Tri de Osorio: una crítica desde el Lavolpismo

    El 'Bigotón' es muy escéptico de esquemas como el usado por el colombiano ante Chile y Estados Unidos.

    whatsappLogoOutline
    facebookLogoOutline
    twitterLogoOutline
    envelopeOutline

    Por:
    TUDN
    Publicado el 16 jun 17 - 11:31 AM CDT. Actualizado el 16 jun 17 - 11:42 AM CDT.

    Osorio y La Volpe: dos estudisosos del fútbol.

    Imagen Mexsport.
    Osorio y La Volpe: dos estudisosos del fútbol.

    Hablando de tácticas, los comentarios de Ricardo Antonio La Volpe suelen caer pesados, como los de un viejo gruñón y sabelotodo. Es el fastidio causado por quien viene de otra época e intenta conectar el pasado y el presente despojando a lo ‘nuevo’ de su aura de novedad.

    Publicidad

    En su reciente y fugaz paso por el América, estando con comentaristas, La Volpe vertía elogios para Jesús Manuel Corona e Hirving Lozano. Según él, los sistemas de su selección mexicana (2002-2006) reflejaron la falta de extremos habilidosos y veloces, desequilibrantes, capaces de iniciar próximos a la banda y acabar en posición de remate a gol.

    Teniendo esa materia prima, dice, se abre un mundo de posibilidades. Y también un mundo de riesgos.

    ¿El más grande? Que los extremos no bajen a defender y desprotejan la retaguardia. Cuando está en Argentina, el ‘Bigotón’ sostiene que el 4-3-3 puesto de moda por el Barcelona ya existía antes en su tierra natal. Pero que cayó en desuso porque los de adelante se desentendían de lo demás.

    La Volpe es una enciclopedia del fútbol y ahora que tiene Twitter sabemos su admiración por el Barça y otras escuadras de época.
    Para él, los sistemas de juego más innovadores en realidad son aprendizajes de las lecciones del pasado.
    Uno de los equipos más espectaculares de la historia, Brasil de España 1982, usaba una variante del 4-3-3 a fin de acomodar a dos 'dieces' legendarios (Sócrates y Zico). Se trataba de juntar a los talentosos por adentro.
    Pero ese inigualable jogo bonito brasileño sucumbió ante Italia, que carecía de cracks, y que a la postre levantaría el título mundial.
    La final de ese mundial en el Santiago Bernabéu fue entre dos escuadras con énfasis en el juego colectivo sin concesiones: Italia y la Alemania Federal.
    En su informe técnico final, la FIFA concluyó que el 4-3-3 (camisetas azules) era vulnerable ante el 4-4-2 (camisetas amarillas) porque jugar con cuatro mediocampistas aprovecha mejor todo el ancho del campo.
    En Europa, el 4-3-3 es un sistema utilizado por equipos orientados a tener la posesión, mientras el 4-4-2 es más contragolpeador (ceder la pelota para generar espacios).
    Dirigido por la leyenda holandesa Johan Cruyff, Josep Guardiola jugaba como mediocampista central en el 4-3-3. Ese Barcelona conquistó la Champions de 1992: el 'Dream Team'.
    Sin embargo, el Barça alcanzó la final de la Champions de 1994 para caer apaleado 4-0 ante el Milán de Fabio Capello (capitaneado por Paolo Maldini por la ausencia de Franco Baresi). Los italianos jugaban 4-4-2.
    El cinco es lo que en España se conoce como 'mediocentro posicional' que protege a los zagueros y además distribuye juego. 'Regista' le dicen en Italia o 'Deep-lying playmaker' en Inglaterra.
    Cuando Cruyff se separó del banquillo blaugrana, Guardiola halló más difícil ser titular y emigró a Italia, donde precisamente fue dirigido por Fabio Capello en la Roma jugando como cinco.
    Tras años oscuros, el estratega que rescató al Barcelona fue Frank Rijkaard, quien como jugador con Holanda, el Milán y el Ajax sabía hacer los deberes de un cinco.
    Usando un sistema parecido al 4-3-3, Rijkaard manejó la transición entre el Barcelona de Ronaldinho al de Messi. El cinco era el brasileño Edmilson que aparece detrás de los dos cracks.
    La final de la Champions 2006 en el majestuoso Stade de France en París contra el Arsenal sería el escenario perfecto para recuperar la grandeza blaugrana.
    Pero antes, el destino le deparó al Barcelona cobrar revancha en semifinales con el AC Milán de un alumno de Arrigo Sacchi y de Fabio Capello: Carlo Ancelotti.
    El sistema de Rijkaard fue distinto al de Guardiola. El holandés decidió mandar a la banca a Xavi Hernández y a Andrés Iniesta para jugar con doble cinco (Edmilson y Mark van Bommel).
    El objetivo era dejar a Edmilson y a Van Bommel resguardando a Carles Puyol y a Rafa Márquez y así dar libertad a Ronaldinho para buscar el uno-a-uno en banda con Ashley Cole.
    Viniendo de atrás ante un Arsenal que ganaba 1-0 y estaba encerrado por la roja a su portero Jens Lehmann, el Barcelona conquistó su segunda 'Orejona'.
    Mientras tanto, La Volpe preparaba a México con un sistema distinto al del Barcelona. El énfasis era generar fútbol saliendo jugando desde atrás. Pep buscó a La Volpe para intercambiar ideas y bautizó su salida como 'La Salida Lavolpiana'.
    En Alemania 2006, el cinco del Tri era Pável Pardo, pero por delante de una línea de tres centrales (Osorio, Salcido y Márquez).
    La primera temporada de Josep Guardiola superó todas las expectativas: conquistarían el triplete de títulos con un jogo bonito digno de la 'Verdeamarelha' de España 1982.
    Guardiola apostó por debutar y darle la titularidad a Sergio Busquets en la final de Roma ante el Mánchester United. Yayá Touré jugó de central al lado de Piqué, pues Puyol cubrió la ausencia de Dani Alves en la banda.
    Con su 4-3-3, Guardiola construyó una escuadra que ocupa las páginas de los libros de historia táctica junto al 'Dream Team' de Cruyff.
    El alumno superó al maestro: Cruyff ganó una Champions con los blaugranas mientras Guardiola ganó dos.
    El talento de Busquets permitió a Pep ejecutar 'La Salida Lavolpiana' sin necesidad de usar línea de tres atrás: se mete entre los dos centrales empujando adelante a los laterales y ensanchando el campo de juego.
    Un cinco debe tenerlo todo: presencia física para imponer, visión de campo para abrir y cerrar vías, y sofisticada técnica para no perder la pelota en la salida.
    A) Busquets cubre la espalda de Neymar en caso de que pierda la pelota para prevenir el contragolpe. B) Busquets hace el 'escalonamiento' con Jordi Alba para frenar a Dybala.
    No obstante, el 4-4-2 de Massimiliano Allegri se impuso al 4-3-3 de Luis Enrique de un modo categórico: dejaron en blanco a los cracks de la 'MSN' durante 180 minutos.
    Por generaciones, la escuela italiana basada en el trabajo en equipo ha opuesto resistencia a los sistemas tipo Barcelona basados en el talento individual. (Un 4-3-3 debe convertirse en 4-5-1 para defender; de lo contrario, es presa fácil de un 4-4-2, como la FIFA estableció en su reporte técnico del Mundial 82).
    Por su parte, La Volpe ha tenido que cambiar su tradicional línea de tres por un 4-4-2 ante las numerosas bajas por lesión y suspensión en el América, algo que ha expresado en sus tuits.

    1 / 30
    Imagen Getty, FIFA y @RicardoLaVolpeG.
    La Volpe es una enciclopedia del fútbol y ahora que tiene Twitter sabemos su admiración por el Barça y otras escuadras de época.

    Aquí un ejemplo. Hace unos años, la Roma contrató al estratega francés Rudi García, quien abanderaba cierto discurso guardiolista usando el mismo parado táctico. Contra rivales menores de la Serie A, el marfileño Gervinho y el serbio Adem Ljajić pulverizaban defensas arrancando por banda y terminando en zona peligrosa.

    Contra escuadras como el Mánchester City y el propio Bayern Múnich de Guardiola, sin embargo, el mediocampo romanista conformado por Miralem Pjanic, Daniele de Rossi y Radja Nainggolan tenía tantos hoyos como un queso suizo. En otras palabras, demasiado espacio para tan solo tres pares de piernas. García acabó en la calle.

    Juan Carlos Osorio no es tonto y sabe que a los desequilibrantes mexicanos aún les falta en lo defensivo. Por eso alineó (para sorpresa de todos) a cuatro defensas centrales durante la última visita estadounidense al Estadio Azteca. El objetivo de Salcedo y de Alanís en las laterales era simple y llanamente cubrir las espaldas de Hirving Lozano y de Carlos Vela. Nada más.

    Publicidad

    Esta solución tiene el efecto secundario de partir a la escuadra entre los que defienden y los que atacan. Así, el Team USA se mostró algo más peligroso cuando avanzó algunos metros sobre el campo, sin mover nada tácticamente. Generando peligro por pura superioridad numérica.

    Para La Volpe, el Barcelona de Guardiola resucitó un sistema olvidado, haciéndolo tan efectivo que incluso el Real Madrid de Zinedine Zidane lo replica con éxito. Pero esos son otros contextos.

    En el fútbol de selecciones, México ocupa otro lugar en el escalafón mundial y, si Osorio no logra hacer que su escuadra defienda y ataque como una colectividad, entonces comprobará el porqué La Volpe piensa que el 4-3-3 cayó en desuso, como en su momento lo comprobó el francés Rudi García.

    @CesarKickoff

    En alianza con
    civicScienceLogo