Messi marcó un gol espacial para convertirse en el máximo anotador de Argentina

Tenía que ser en la ciudad de la NASA, en un sitio donde se mira el espacio y donde se analizan las estrellas. Houston pasará a la eternidad por ser el sitio galáctico en el que Lionel Messi reconstruyó la historia de Argentina.

La 'Pulga' no sabe hacer nada sencillo, todo tiene que parecer estético y elegante. Algún día un grupo de personajes dijeron que Lionel Messi estaba hecho para portar la camiseta del FC Barcelona pero que la de Argentina le quedaba grande, que no hacía pesar un jersey histórico que ha levantado dos veces un título mundial.

Ante Estados Unidos, el país de la libertad, el '10' colocó la pelota, la tocó con delicadeza y lo centró en el verde césped del NRG Stadium de Houston. Tomó tres pasos para atrás mientras la oscuridad del domo se iluminaba con los flashes de los celulares que esperaban lo inevitable.

Messi levantó la mirada, dio tres pasos y pisó fuerte con su pierna derecha mientras la zurda golpeaba el esférico. El mundo se destuvo mientras el esférico dibujaba un efecto de otro mundo. Como si fuera un desfogue de energia, el grito de gol estalló en la garganta de los presentes; la 'Pulga' no solo anotaba el 2-0 que acercaba a Argentina ante Estados Unidos a la final de la Copa América Centenario, sino que lo dejaba con un nuevo motivo de celebración.

Cincuenta y cinco dianas. Cincuenta y cinco gritos. Cincuenta y cinco celebraciones. Nadie más que él. Lionel Messi superaba a Gabriel Omar Batistuta como el máximo anotador en la historia de la selección de Argentina.

La 'Pulga', esa que supuestamente se hace diminuta con la '10' que un día cargó Diego Armando Maradona, dibujaba poesía con aquel disparo que entraba en el ángulo de Brad Guzan. Su nombre inicia una nueva leyenda, números que a partir de hoy se incrementarán hasta que otro extraterrestre se atreva a acercarse.