Indianapolis Colts

    Andrew Luck tomará el lugar de Philip Rivers en el Pro Bowl

    El quarterback de los Colts reemplazará al veterano mariscal de campo de los Chargers que no se presentará al Juego de Estrellas de la NFL por una lesión.

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    Por:
    TUDN

    (AP-NFL).

    Imagen (AP-NFL).
    (AP-NFL).

    La sensacional temporada de regreso del año de Andrew Luck se extenderá un juego más, ya que la NFL anunció que el quarterback de Colts reemplazará a Philip Chargers de Chargers en el Pro Bowl.

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    Oficialmente, Rivers no participará debido a una lesión, como suele ser el caso en esta época del año para los veteranos que salen de los Playoffs.

    Es la cuarta aparición de Luck en el Pro Bowl y sigue una temporada estelar en la que completó el 67.3 por ciento de sus pases para 4,593 yardas y 39 touchdowns.

    Dicha producción, que ayudó a Indy a jugar la Ronda Divisional de Playoffs donde cayó en Kansas City, se produjo después de que se perdió toda la temporada 2017 por una lesión en el hombro.

    La campaña de Rivers y los Chargers terminó el domingo en una derrota ante los Patriots en el otro juego de la Ronda Divisional de la AFC.

    El tackle defensivo de los Cuervos, Brandon Williams (34 tacleadas, un sack) fue nombrado para su primer Pro Bowl, ya que reemplazará al tackle defensivo de Cincinnati, Geno Atkins (lesión).

    El Pro Bowl se llevará a cabo el domingo 27 de enero a las 3 pm ET en Orlando.


    Las primeras tres campañas de Andrew Luck en la NFL fueron de probar que era un quarterback muy especial y de lo mejor en la liga. De 2012 a 2014 mantuvo un estándar que proyectaba grandes cosas.
    Pero las lesiones empezaron a minar ese talento que hacía ilusionar a la franquicia de los Potros de Indianapolis. El juego del 1 de enero de 2017 fue el último de temporada regular que jugó Luck.
    En 2015 ya había tenido una campaña negativa, con lesiones y juegos que no pudo disputar, pero 2017 definitivamente Luck no existió en los registros. Cirugía en el hombro derecho le impidió jugar.
    Los Colts se hundieron mientras quedaba el recuerdo de cuán grande podría ser, de estar sano, Andrew Luck. En 2014 jugó ante los New England Patriots la Final de la Conferencia Americana.
    Además de la operación en el hombro, Luck recibió inyecciones de cortisona, hizo viajes a Holanda para recibir tratamiento de células madre y buscar jugar de nuevo. Así lució en 2017, sin uniformarse.
    Pero el 9 de agosto pasado Luck puso a prueba todo cuanto estaba en su contra para saber si estaba listo para empezar la cuesta arriba: debutó en pretemporada ante los Seattle Seahawks
    Fue el fin de la sequía de 19 meses sin jugar un partido oficial de fútbol americano. Aunque tuvo números discretos, como completar seis de nueve pases para 64 yardas, eso no era lo trascendental.
    Lo más importante para Andrew Luck fue volver a sentir ese nervio propio de estar equipado en un emparrillado y mover los hilos de la ofensiva de los Colts tras una larga ausencia.
    Y ese fue el primer paso, medirse a una defensiva como la de Seattle para empezar a calibrar el trabajo de pies, medir el tiempo de lanzar el balón y, desde luego, trabajar en sus pases y su mecánica.
    Este lunes ante los Baltimore Ravens Luck tuvo su segundo test. Pudiera decirse que retrocedió un poco, al completar seis de 13 intentos para apenas 50 yardas, Fue interceptado una vez.
    Luck todavía tendrá un par de oportunidades más de aclimatarse, ir recobrando fuerza, confianza y, sobre todo, esas pequeñas cosas que lo hacían un quaterterback diferente. Aunque eso quizá no vuelva.

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    Imagen Joe Robbins/Getty Images
    Las primeras tres campañas de Andrew Luck en la NFL fueron de probar que era un quarterback muy especial y de lo mejor en la liga. De 2012 a 2014 mantuvo un estándar que proyectaba grandes cosas.
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