“En varias etapas de mi vida, he tenido que aprender a defenderme y hablar. He sido tratada injustamente y he sido objeto de comentarios racistas dentro y fuera de la cancha de tenis”.
Por:
Iván Pérez.
Serena gritando.
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Serena azotando su raqueta.
Serena insultando.
Serena perdiendo la cabeza.
Sí, la tenista que más dinero ha hecho en la historia, no es buena compañera si está con los nervios de punta. Muchos en el circuito dicen que es puede ser “violenta”.
¿Por qué es así Serena Williams?
Ella lo dijo hace un año: “En varias etapas de mi vida, he tenido que aprender a defenderme y hablar. He sido tratada injustamente y he sido objeto de comentarios racistas dentro y fuera de la cancha de tenis”.
Cuando tu vida no es fácil, te acostumbras a pelear.
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La atleta mejor pagada del mundo defiende a las personas de color. Ella, dice, es una privilegiada. En su país hay unas 24 mujeres negras y “si nunca hubiera tomado una raqueta de tenis, sería una de ellas”.
Junto a Althea Gibson se convirtieron en las primeras jugadoras negras en ganar un torneo de Grand Slam, ambas en All England, Wimbledon.
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La medianoche del 14 de septiembre del 2003 algunas estaciones locales reportaron en breaking news: tiroteo en el condado de Compton. “Enfermera recibió disparo de arma de fuego en el pecho”.
El subjefe de policía, Richard Peña, completaba la información: una mujer de 31 años que respondía por nombre a Yetunde Price había fallecido apenas llegó al hospital. Un vecino, Robert Miller, relató que escuchó varios disparos y una patrulla que hacía un rondín llegó al lugar de los hechos.
La medianoche del 14 de septiembre del 2003 fue cuando Serena y Venus Williams perdieron a una de sus hermanas.
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Serena se ha convertido en una atleta que apuesta por la igualdad de género y combatir el racismo. En el New York Times le preguntaron hace unos años por qué decidió entrar al debate del pago equitativo.
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“Lo merecemos por nuestras madres, nuestras esposas, nuestras hijas, nuestras sobrinas, amigos y colegas, pero sobre todo por nosotros mismos”.
Ilie Nastase fue un buen jugador rumano en la década de los 70, ganó Roland Garros y el US Open… y también fue quien lanzó un comentario racista a la maternidad de Serena Williams. “Veremos de qué color es (su hijo). ¿Chocolate con leche?”. La estadounidense le respondió y solicitó que lo sancionaran.
Es verdad, Serena no es un caramelo, incluso ha protagonizado pleitos fuertes y se ha mostrado ofensiva con algunos jueces de silla.
Pero nunca se queda callada. Por ejemplo, no dudó en considerar sus constantes pruebas antidopaje que le realizaban como un acto de discriminación.
“De todos los jugadores, se ha demostrado que soy a la que más prueban le hacen (antidoping). ¿Discriminación? Creo que si. Al menos mantendré limpio el deporte #StayPositive“, manifestó Serena en Twitter.
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Serena no es el modelo ideal de comportamiento, de buenos tratos, de paz… pero si es un ejemplo para poner cara por su raza, su género y debemos tener claro que ella defenderá -como sea y con los dientes- en lo que cree.
