BEREA, Ohio - A la espera de debutar en los emparrillados de la NFL, el profundo de los New York Giants, Landon Collins, ya tiene muy claro su propósito para la temporada 2015: ser galardonado como Novato del Año.
Publicidad
Durante una clínica con jóvenes habitantes de la ciudad de Berea, Ohio, el seleccionado 33 a nivel global en el draft que se celebró en abril fue tajante ante la pregunta de cuáles eran sus expectativas para la campaña venidera.
“Novato Defensivo del Año, ésa es mi expectativa”, confió el egresado de la Universidad de Alabama, quien expuso que hace un gran trabajo de cobertura y no sólo puede desempeñar labores de contacto.
Calificó el trabajo de temporada baja como “fantástico”, al tiempo que compartió que “a los entrenadores les encanta la variedad que tengo. Tengo que obtener la oportunidad de mostrar eso en la práctica, cuanto más trabajo en ello, podré mejorar más y ayudar a mis esquineros si es que tengo que colaborar arriba”.
Asimismo aseveró que su consigna particular será demostrar a la franquicia neoyorquina que valió la pena hacer movimientos en el draft para agenciarse el primer turno de la segunda ronda y, a la postre, hacerse de sus servicios.
“(Probar) Que ellos no se movieron en el draft sin ninguna razón, eso es lo que estoy tratando, además de estar siempre listo para jugar”, declaró un orgulloso Collins por la labor realizada, sin importar la formación que les asignen.
Sus declaraciones sirvieron no sólo para hacer gala del hambre que tiene por convertirse en pilar para Gigantes, sino que funcionaron como un guiño para el apunte que lanzó el coach auxiliar Dave Merritt hace una semana.
El asistente reportó que tenía problemas para encontrar un líder entre sus profundos y que trabajaba a marchas forzadas para incrementar su confianza y química, ante lo que Collins sentenció que pretende convertirse en el jefe de esta línea secundaria.
