Aaron Rodgers presume mostacho abundante

Aaron Rodgers no es ajeno al vello facial. Como millones de hombres, el mariscal de Green Bay experimenta de vez en cuando frente al espejo del baño, tranquilamente reflexiona y se convence a sí mismo de verse renovado, diferente y superior.

Para muchos caballeros, este período de autoexploración del folículo suele terminar una vez que su pareja ve lo que está pasando. Las mujeres suelen adular un bigote masculino en el siglo 21 o, el destierro inmediato del rechazo. La vida está salpicada de tales pequeñas decepciones.

Pero Rodgers no tiene que preocuparse por esos obstáculos. Es soltero, libre, y sí: el quarterback estelar de los Packers. Probablemente solo quiere canalizar su Wilford Brimley interior, y no hay nadie que lo detenga. Es fácil envidiar este nivel de liberación de la oruga.

El Brimley es el tipo de bigote que te hace parecer que siempre estás perturbado por algo. (Una teoría sin fundamento es que el peso del Brimley no permite que los músculos faciales se curven con una sonrisa.) Tal vez la mirada representa la historia detrás del mostacho de Rodgers.

El inicio del fútbol americano está a menos de dos semanas de distancia. Es hora de poner cara de juego.