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    Mundial Rusia 2018

    Un partido inútil muy a la medida de las necesidades de Juan Carlos Osorio

    México venció a una selección de Escocia que me recordó mucho a los protagonistas de Trainspotting, también escoceses, jugando una cascarita entre ellos

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    Por:
    Adrián Segovia.

    La planificación de los últimos partidos amistosos de cualquier Selección del mundo antes de afrontar el reto de un torneo internacional debería, al menos, combinar rivales de entidad que te puedan recordar a los te enfrentarás en pocas semanas. Pactar cascaritas es una mala idea a estas alturas. Mi pregunta aquí es: ¿a quién le recordó Escocia a Osorio? ¿A Suecia? Será por el amarillo de la camiseta de hoy. ¿Semejanzas con Corea? Ninguna. Y no pienso insultar a la campeona del Mundo en estas líneas con comparaciones estúpidas. Primer error de Osorio: no prepararse adecuadamente para sus citas reales en Rusia.



    Escocia es una Selección fuera de ritmo. Tienen oficio pero no ritmo y más fama por la épica historia guerrera de su pueblo que por su fútbol. No tienen tensión porque no irán al Mundial y son incapaces de sentir ninguna presión por el resultado adverso al que se enfrentaron desde el minuto 13. Segundo error de Osorio: buscar amistosos con equipos que no competirán en el Mundial faltos de agresividad y hambre.

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    En el fútbol suele pasar que un rival muy superior, al enfrentarse a uno malo, se produce una especie de mimesis que te embrutece. México es doscientas veces superior a Escocia, pero se atascó un poco en la medular. Es la línea que menos tiene clara (o trabajada) Osorio y se nota. Suerte que el talento de Vela y el empuje del Chuky Lozano están ahí. También Layún, que podríamos verlo de arquero tranquilamente en una de estas fascinantes rotaciones. Tercer error de Osorio: no tener un medio campo claro y enchufado al resto de líneas.

    El público mexicano, el estadio Azteca y jugadores como Rafa Márquez merecían una despedida con un rival de mayor entidad antes de partir a Europa. Supongo que eso también implicaba un riesgo incontrolado. Si traes a Brasil y te hace un roto, a Chile y vuelven los viejos fantasmas o a Holanda y te pitan dos penales en contra… Mejor controlar el riesgo. Algo así debió pensar Osorio. Una goleada, aunque sea a Escocia, llena de optimismo. Por el contrario, perder contra un grande puede hacerte viajar con un equipo lleno de dudas. Cuarto error de Osorio: pensar en una sencilla cascarita programada y no golear (o al menos motivar, convencer, soñar...).



    México tiene mucho mejor equipo del que Juan Carlos Osorio es capaz de exprimir. Esto ha dejado de ser un sentir general para convertirse en una creencia nacional. Las líneas siguen excesivamente separadas, no materializan las muchas ocasiones que crean y la defensa concede siempre dos o tres fallos que fácilmente pueden significar goles en contra. Quinto error de Osorio: sigue sin ser capaz de sacar el máximo a este grupo de extraordinarios futbolistas.

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    Con todo, las sensaciones de la Selección fueron mejores. Falta gol, pero se crean ocasiones. Se cometen errores defensivos, pero el eje de la zaga es fuerte. La medular está muy distanciada de las líneas defensivas y ofensivas, pero son rápidos y verticales. La portería transmite seguridad tanto en la cancha como en la banca. Todos menos uno tienen el pasaje listo para Europa. Si de mí dependiera, Giovani, autor del gol de hoy, debería regresar a Los Ángeles y ver el Mundial desde su casa. Pero este acierto solo depende de la libreta a boli bic rojo de Osorio.


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