Técnicos semifinalistas del Mundial, entre apuestas nacionales y jóvenes

Las semifinales de la Copa del Mundo están definidas y con ello las decisiones de las federaciones se han puesto a prueba demostrando que aquellos que apostaron por el talento nacional o 'joven' en sus banquillos han sido los que más lejos han llegado.

De las 32 selecciones participantes en Rusia, 17 fueron dirigidas por técnicos de la misma nacionalidad que el equipo, nueve obtuvieron la clasificasión a octavos, seis a cuartos de final y dos a semifinales; mientras que la edad de los estrategas en los banquillos de los cuatro mejores equipos del mundo oscila entre los 44 y 51 años, mientras que 25 de los técnicos superaban los cincuenta años, siendo Óscar Washington Tabárez el de mayor edad.

Gareth Southgate, técnico de Inglaterra, y Didier Deschamps, de Francia, son los estrategas semifinalistas que tuvieron la confianza de sus federaciones para tomar las riendas del equipo nacional de cara a Rusia. Con 47 años el primero y 49 el segundo, el inglés y el francés son la continuidad de un proyecto de entrenadores nacionales que ha dado a cada una de sus selecciones un título mundialista en 1966 y 1998, respectivamente.

Por otro lado, se encuentra Zlatko Dalic, técnico bosnio de 51 años, que cuenta con identidad croata al haber jugado y dirigido en gran parte de su carrera a clubes de Yugoslavia y Croacia. Ante esta situación puede hablarse de que no es un técnico estrictamente foráneo, al dirigir a la selección de uno de los países que formaban parte de su extinta nación.

A diferencia de los tres anteriores, Roberto Martínez es el único director técnico totalmente 'extraño' a las tradiciones, idioma, futbol de la selección que dirige y aún así ha logrado hacerla funcionar al tomar las riendas en 2016 tras cuatro años dirigida por Marc Wilmots.

Experimentado en el fútbol de Escocia y Reino Unido como jugador y como técnico, Martínez, de apenas 44 años, ha logrado convertir a los Diablos Rojos de un 'caballo negro' a un verdadero contendiente por el título mundial al clasificarlos a Rusia como primeros de grupo en las eliminatorias de UEFA, además de tener paso perfecto en la fase de grupos, vencer a favoritos como Inglaterra y Brasil, e incluso reponerse de un marcador adverso ante japón. Aunado al hecho de darles el pase a semifinales, lo que solo habían logrado los belgas en 1986.