Mundial Rusia 2018

    ¡Batacazo Mundial! Rusia eliminó a una destintada España desde los penales

    La selección española dijo adiós tras fallar dos penas máximas ante la anfitriona en la tanda de penaltis. Rusia aguantó al equipo español durante todo el partido

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    Por:
    Adrián Segovia.


    Cristiano y Messi fuera. Argentina y Portugal eliminadas. Son casos diferentes. En uno de los partidos, una individualidad estalló, Kylian Mbappé, para meter a Francia en cuartos. En el otro, Uruguay, un grupo compacto y robusto, sacó a Portugal en dónde CR7 no jugó mal, aunque sin brillar. España, sin unidad ni grandes nombres propios, era una incógnita. Además, de nueve enfrentamientos contra selecciones anfitrionas en Mundiales y Europeos nunca sacó una victoria. Rusia estaba decidida, preparada y, sobre todo, hambrienta.

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    Las críticas en España obligaron a reaccionar a Fernando Hierro, su entrenador postizo. El sacrificado fue Andrés Iniesta que no salió de inicio. El resto de cambios no fueron tan notorios. Así se llegó al pitido inicial, con unos previsibles momentos de tanteo entre ambas selecciones. Rusia entregó el balón a España como avisando en qué iba a consistir este partido: tú el balón y yo las contras. La primera llegó a los 4 minutos tras otro error de Ramos en este Mundial (ya es mejor no llevar la cuenta). El central del Real Madrid está irreconocible por impreciso y siempre fuera de sitio. Piqué solucionó su despiste desviando a córner. El tiro de esquina fue despejado por la zaga española.

    España se sintió extrañamente cómoda con el balón, aunque no creó ocasiones claras en los primeros minutos de posesión. Rusia se empleó con dureza, a sabiendas que el VAR solo interviene en lo clarísimo y ser anfitrión tiene ese privilegio. A los 10 minutos Zhirkhov embistió a Nacho en la banda derecha. La falta era muy buena para colgarla al área. Asensio metió el balón y Sergio Ramos se pegó con Ignashevich, quién en la gresca perdió la orientación para meterse el balón en su propia portería. España se adelantó en el marcador y silenció un estadio volcado con su selección. Quedaba un universo por delante y Rusia tenía que cambiar su esquema para estar en cuartos.

    Tras el gol, Rusia solo inquietó a balón parado por las continuas y absurdas faltas de Ramos. A España le duraba mucho el balón en los pies y tiró de sus peloteros para aguantar el balón con toque. Isco, Busquets y Koke comenzaron a jugar a rondos sin verticalidad en el medio. Poco a poco comenzaron a irse a atrás por su propia inercia de posesión sin ambición y el cuadro ruso encontró vida por eso.

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    La ineptitud en el juego de los españoles resucitó a Rusia, que en el minuto 35 tuvo una clarísima ocasión para empatar. Golovin desde la frontal disparó tras una jugada en la que sucedió de todo, pero su tiro se fue excesivamente desviado ante la mirada de estatua a la que De Gea nos tiene acostumbrados en este Mundial. Cerca del descanso llegó la segunda oportunidad rusa. Mario Fernandes colgó el balón al área y Koke despejó a córner. El saque de esquina lo remató Dzyuba y Piqué, de espaldas, levantó la mano provocando un penal clarísimo. La pena máxima fue trasformada por el mismo atacante ruso que había generado la pena máxima.

    Con el 1 a 1 en el luminoso España se lanzó al ataque antes del descanso. Costa la tuvo, pero su balón lo repelió el portero ruso Akinfeev. No hubo tiempo para más y ambos equipos se marcharon al descanso con sensaciones dispares. España escenificó la falta de ambición y Rusia las ganas por llevar a su país a los cuartos. Cada futbolista entendió el presagio tras el descanso.

    La segunda parte nos trajo un correcalles interesante protagonizado por Rusia, que vio en su empuje inicial su capacidad y autoconvicción de poder ganarle a España. Los ibéricos reaccionaron de nuevo con esos pases atrás que le generó a España una falsa sensación de control del partido. Este era el plan de Rusia, conocedor de que la posesión española era artificial. Cualquier recuperación rusa generó innumerables problemas a la zaga española.

    Rusia buscó las oportunidades a balón parado ante su escasa posesión de balón. En el minuto 57 de la segunda llegó el primer córner a favor. El estadio rugió como si de una pena máxima se tratara. España vivió su particular agonía en defensa en cada jugada área de la que los rusos dispusieron. El técnico ruso sabía que necesitaba un revulsivo y metió en el terreno de juego a Cheryshev en el minuto 60. El plan de los rusos ya estaba en la cancha mientras España seguía en su oasis de toque sin ocasiones.

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    La entrada del atacante ruso le trajo más velocidad y espíritu ofensivo a su equipo. Además, en el minuto 65 Rusia ya había hecho sus tres cambios mientras reorientaba su plan de ataque. España siguió con los mismos once sobre el campo, las mismas ideas y problemas defensivos. Hierro entendió el jaque de entrenadores con experiencia y sacó a Iniesta al campo por un Silva, que si no hubiera viajado a Rusia nadie del combinado español lo hubiera notado. Rusia se creció y España no encontró ningún hueco en lo que empezó a ser un partido aburrido que invitaba a prórroga y penaltis.

    A falta de 15 minutos Rusia se echó atrás, sólo a expensas de ganar una contra en la que poder montar un ataque veloz y peligroso. España, por su parte, necesitó meterse en el área contraria para poder anotar un gol que no llegaba tras doscientos mil pases inútiles. España no acabó ninguna jugada y la profundidad de su juego fue terrible. Salvo una en el minuto 85 de tiro lejano de Iniesta que repelió un muy seguro Akinfeev.

    España, por fin. entendió a falta de 5 minutos que es un equipo muy superior al ruso y comenzó el asedio a la portería rusa. Tres córners seguidos botados por España, pero nunca encontró un rematador claro. El partido olía a prórroga… y llegó.

    El guion del partido no cambió demasiado, con España volcada y Rusia esperando errores y contra ataques. La única variación fue la de la prisa española y la paciencia rusa, quienes preferían resolver este encuentro desde los once metros. Rusia aguantó los primeros 15 minutos del tiempo añadido. Desde la prórroga, los anfitriones sólo pensaban en llegar a la lotería de los penales. España tuvo una buena doble ocasión tras una brutal arrancada de Rodrigo que culminó con un tiro escorado que el portero ruso rechazó a los pies de Carvajal quien no acertó a rematar al arco.

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    Los españoles aumentaron el ritmo de sus ataques pero sin encontrar portería. A falta de 4 minutos un posible penal sobre Piqué fue descartado por el VAR. Rusia aprovechó el último suspiro para forzar un córner. Tampoco anotó y el partido iba a resolverse desde los once metros.

    El azar cayó del lado de la anfitriona. Koke y Aspas fallaron sus penas máximas y Rusia anotó los suyos. En este Mundial, la selección española fue la crónica de una eliminación anunciada que llegó hoy. Rusia avanzó en penaltis y alivia el camino de los que corren por su lado hacia la final.

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