El adiós de Messi, el mejor del mundo sin Mundial

Se acabó. Lionel Messi y su Argentina se fueron del Mundial, eliminados en octavos de final. El considerado mejor jugador de la historia se marchó de Rusia 2018 antes de lo que muchos pensaban y en lo que se creía era ‘su’ Mundial, el que lo consagraría para la eternidad.

Una vez más, no pudo. La gloria con la selección absoluta le sigue siendo esquiva. Tres finales de Copa América frente a Brasil en 2007 y ante Chile en 2015 y 2016, más la final del Mundial Brasil 2014 con Alemania, se le han negado.

En Rusia 2018 no brilló como lo hace en el Barcelona, la deuda con la ‘Albiceleste’ se mantiene. Llegaba como una de las selecciones favoritas para ganar el Mundial por él y no pudieron pasar de octavos. De hecho, llegaron a estas instancias con mucho sufrimiento.

Messi no fue el referente que se esperaba, el que cargara con el equipo a sus hombros, aquél de la genialidad, el jugador diferente. Tuvo destellos, sí, pero muy esporádicos y no fueron determinantes como lo es cada fin de semana con la camiseta azulgrana.

Las esperanzas de todo un país estaban puestas en un solo nombre: Lionel Messi. Indiscutiblemente todos los reflectores apuntaban al rosarino que llegaba con intenciones de saldar una cuenta pendiente.

El fútbol es de once jugadores y los problemas de Argentina no pasaron solamente por lo que hiciera Messi. Con una dirigencia desastrosa, un cuerpo técnico desenfocado y una selección que reflejó todo el mal entorno en el terreno de juego, Messi terminó pagando los platos rotos.

Queda la sanción que pudo dar más en la cancha, con garra, empuje, su magia, tener más protagonismo. Simplemente ser Messi y no lo fue.

Quedará pendiente saber si lo veremos en Catar 2022, con 35 años. De momento, el próximo gran reto será la Copa América Brasil 2019, que pudiera aliviar tanto desconsuelo.

Hoy, el mundo del fútbol más que lamentar la eliminación de Argentina, extrañará no ver a uno de sus mejores exponentes en los últimos años jugando instancias finales de un Mundial que se encarrilla a tener un campeón sin cartel de favorito.