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    Día de Muertos 2020 | ¿Qué es y cuándo se celebra?

    Te contamos cuándo se celebra el Día de Muertos 2020 en México y Estados Unidos.

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    Por:
    Mark Cube.


    Video ¿Cuándo se celebra Día de Muertos 2020?
    El Día de Muertos 2020, es una de las fiestas más tradicionales en México y que cada año toma más fuerzas en Estados Unidos.
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    1:29 mins

    El Día de Muertos 2020 es una celebración tradicional en la mayoría de países occidentales para honrar a los difuntos aunque la fecha está muy relacionada con la celebración católica del día de los santos. Sin embargo, historiadores señalan que es una tradición, la cual surgió con tribus europeas medievales y que llegaron a América con la colonización.

    Existen diferentes celebraciones del Día de Muertos, pero las más famosas son las que se celebran en México y Estados Unidos, ambas con características muy diferentes incluso hasta con distintas fechas de celebración.

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    MÉXICO
    En el país azteca, el Día de Muertos se celebra el 1 y 2 de noviembre, en otros países de Latinoamérica en esta misma fecha se celebran el Día de los Fieles Difuntos o el Día de Santos.

    Sin duda, es una de las festividades más tradicionales de todo México, debido a que se remonta a la época prehispánica, aunque la llegada de los españoles obligó a las culturas ancestrales a combinar su cultura con las fiestas católicas para seguir honrando a los que fallecieron.

    ¿Qué se celebra el Día de Muertos?
    Para los mayas, la muerte no tenía el mismo significado que podía tener para los católicos, incluso para esta cultura nativa, la muerte sólo significaba la trascendencia a una nueva etapa de vida, más allá de lo espiritual.

    Por esta razón, durante la celebración de esta tradicional fiesta hay varios planes para hacer, como visitar a los seres queridos en los cementerios, preparar altares con alimentos, colocar incienso, flores y hasta la toma de fotografías se convirtieron en parte de esta tradición.

    ¿Cuándo se celebra el Día de Muertos?
    El Día de Muertos en México se celebra el 1 y 2 de noviembre de cada año, pero la celebración comienza un día antes, el 31 de octubre, con el encendido de velas para los muertos pequeños, es decir, los niños.

    ESTADOS UNIDOS
    Si bien la tradición estadounidense del Día de Muertos se celebra el 31 de octubre con la noche de brujas o el día de Halloween, las costumbres mexicanas ya han echado raíces en la tierra del Tío Sam.

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    La noche de brujas de los estadounidenses se celebra entre disfraces y fiestas juveniles. Sin embargo, ya hay varias ciudades de Estados Unidos dónde la celebración se hace al estilo tradicional mexicano y que incluso ya compiten con las principales ciudades de México.

    ¿Dónde son las mejores celebraciones del Día de Muertos en Estados Unidos?

    • San Antonio: La presencia de sangre latinoamericana en esta ciudad ya ha hecho característica la procesión nocturna que da inicio a esta festividad.
    • Los Ángeles: Ofrece desde feria de comidas en las calles hasta exhibición musical histórica en el Museo Nacional de arte mexicano.
    • Hollywood Forever Cemetery: Este cementerio inicia la fiesta el 28 octubre con una bendición Azteca, bailes, procesiones, música en vivo y la presencia de artistas musicales.
    • Fort Lauderdale: El desfile de miedo es lo más novedoso que tiene esta ciudad para iniciar la fiesta del Día de Muertos, justamente el 2 de noviembre.
    La tradición del altar de muertos es sin duda una de las más bellas de la cultura mexicana y está llena de significado y elementos simbólicos. Conoce con nosotros cada elemento que usualmente viene en el altar con el que recordamos a nuestros seres queridos, cada uno con un propósito y significado específico.
    Cada noviembre, varias familias latinas, pero más que nada las mexicanas, tienen la creencia de que el espíritu de sus seres queridos difuntos regresa del mundo de los muertos para consolarlos, confortarlos por su pérdida y estar con ellos un día más. Por ello, es motivo de un ritual muy particular que es infaltable cada temporada del 1 y 2 de noviembre.
    Por eso, la gente los espera con los alimentos y bebidas que más disfrutaban en vida, así como otros objetos particulares. Esta costumbre le da un cierto sabor de esperanza a la muerte, la cual nunca es definitiva ya que, al menos una vez al año, "se vale" regresar al mundo de los vivos.
    La fiesta del Día de Muertos se ha convertido en una mezcla de las costumbres indígenas con las españolas que llegaron a conquistar. No podemos decir que cada celebración sea la misma y todos los altares son iguales, ya que, siendo un país con muchísimas culturas y etnias, cada altar, cada ritual varía dependiendo del grupo social, ubicación o pueblo que la practique.
    Así que, más que una festividad católica o cristiana, se forma una celebración que es una mezcla de tradiciones, tanto prehispánicas como españolas así como la suma de ciertas cosas religiosas, espirituales y hasta de cada familia en particular. Ningún altar es el mismo, de pueblo en pueblo o de familia en familia.
    La fiesta de Día de Muertos se realiza desde el 31 de octubre y el 1 y 2 de noviembre, días señalados por la Iglesia católica para celebrar la memoria de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos. Desde luego, la esencia más pura de estas fiestas las podemos presenciar en pequeños pueblitos y comunidades indígenas, donde se tiene la creencia de que las ánimas de nuestros seres difuntos regresan esas noches para visitar a sus parientes y amigos, y disfrutar del altar que les han puesto.
    El altar de muertos es el centro de esta celebración y sus elementos vienen de la mezcla de tradiciones prehispánicas y católicas que se funden para celebrar la muerte. Por ejemplo, dentro de la visión prehispánica el acto de morir era el comienzo de un viaje de cuatro días hacia el Mictlán, el reino de los muertos descarnados o inframundo.
    Al llegar a su destino, el difunto ofrecía regalos a los señores del Mictlán: Mictlantecuhtli (señor de los muertos) y Mictecacíhuatl (señora de los moradores del recinto de los muertos). Ellos lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto se quedaba unos cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán y llegar así al último piso, que era el lugar de su eterno reposo, llamado 'obsidiana de los muertos'.
    De aquí viene los niveles que debe tener un altar de muertos. Generalmente son de dos o tres, pero hay tradiciones en donde existen siete. En todos los casos, los niveles inferiores representan la tierra y el inframundo y los niveles superiores representan el cielo. Por ejemplo, los otomíes ponen siete porque cada escalón debe representar a cada uno de los siete pecados capitales.
    Según los aztecas, eran siete porque eran las posibilidades de destinos que tenía el alma para llegar a su destino final. O sea, son siete niveles que debe atravesar el difunto para llegar a culminar y disfrutar de la paz espiritual. Aunque como mencionamos, normalmente cada persona y cultura pone los niveles y elementos a su gusto o tradición.
    Entre los elementos más representativos del altar se hallan los siguientes. Comencemos con un arco, que está adornado con flores y a veces frutos. Se coloca como una cúspide o "techo" en el altar, que simboliza la entrada al mundo de los muertos.
    También se puede poner un camino de flores que vaya de la puerta al altar, para que guíe el camino de las almas a la ofrenda. La flor más usada es el cempasúchil, que se dice que atrae a las almas por su belleza, olor y color característico. Además del "sendero" de flores, muchas veces también son colocadas en forma de cruz en el altar.
    Es esencial poner la imagen de nuestros seres queridos difuntos, sea en retratos, fotos sueltas o con marco, o hasta dibujos o pinturas. Además, es costumbre llenar el altar con objetos personales de la persona, sus cosas queridas, favoritas y apreciadas con las que los recordamos.
    Se ponen alimentos que les encante a nuestros seres difuntos, porque solo vienen una vez al año a disfrutarlos. Pueden ser algo tradicionales también, como mole, arroz, tamales, frutas de la temporada o cosas típicas de la región. También se les coloca bebidas alcohólicas que el fallecido disfrutaba, como algún tequila, cerveza, whisky, pulque...
    No puede faltar tampoco el pan de muerto, una tradición moderna que ha sido añadida y que no puede faltar durante la temporada. Es un elemento que se traduce como una señal de generosidad para nuestros seres queridos que vienen durante esa noche a visitarnos.
    Se ponen calaveras de diversos tamaños y hechas sea de yeso o de cosas comestibles, como azúcar o chocolate. Las calaveras sirven de recuerdo del destino final de cada ser humano y, a la vez, de la aceptación de la muerte como inevitable y no del todo temible, pues es "dulce". También se regalan entre amigos y familiares con su nombre inscrito en la frente.
    Se suelen agregar también elementos religiosos, como crucifijos, rosarios e imágenes de santos (como los predilectos del difunto). Se pueden colocar las flores, los cirios y hasta las frutas y otros elementos de la ofrenda en forma de cruz.
    En algunos lugares también se le suman elementos prehispánicos, como la presencia de un perro, particularmente de la raza xoloitzcuintle que se cree que ayudan a los espíritus a cruzar el río del inframundo.
    Es importante también la representación de los elementos naturales. Por ejemplo, el aire se asocia con el papel picado. Es un papel delgado de colores conocido en México también como papel de china, con varios cortes que forman figuras como calaveras, catrinas, calabazas, tumbas y palabras referentes a la ocasión. Se pegan en rectángulos y se unen con hilos para formar una guirnalda sobre al altar.
    El elemento agua está presente con un vaso de agua que debe añadirse siempre, para que "calme la sed" del espíritu tras su larga travesía de regreso. El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma y el ciclo continuo de la regeneración de la vida. También se puede colocar junto a ella un jabón, una toalla y un espejo para el aseo de los muertos al regresar.
    El fuego se representa con las velas, veladoras y cirios que dejemos encendidos. También se quema copal, una esencia sagrada en las culturas prehispánicas y que suele ser un elemento indispensable en el altar, aunque también se le sustituye por incienso, que sirve para alejar a los malos espíritus.
    La tierra se representa con las semillas, granos y frutos que se pongan. También hay quienes ponen aserrín pintado. Todo forma un gran conjunto para que nuestro difunto se sienta bienvenido y disfrute de este altar especialmente preparado para ellos en su día.

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    Imagen Shutterstock
    La tradición del altar de muertos es sin duda una de las más bellas de la cultura mexicana y está llena de significado y elementos simbólicos. Conoce con nosotros cada elemento que usualmente viene en el altar con el que recordamos a nuestros seres queridos, cada uno con un propósito y significado específico.
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