Bob Bradley

    Olvidemos nacionalismos ¿Por qué los fans del Swansea rechazan a Bradley?

    Aunque muchos galeses y varios comentaristas de la Premier preferían a Ryan Giggs, las dudas sobre Bradley son mucho más profundas.

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    Por:
    TUDN

    Bradley necesitará toda su experiencia para demostrar quién es.

    Imagen Harry Trump (Getty Images)
    Bradley necesitará toda su experiencia para demostrar quién es.

    Giggs es galés y fue un extraordinario futbolista, pero como entrenador su experiencia está reducida a meses de interinato en el Mánchester United. Aún así, ese voraz entorno llamado Premier League (periodistas, hinchas, ex futbolistas convertidos en comentaristas) prefería a Giggs sobre Bradley para tomar las riendas del Swansea City.

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    La crítica más repetida, quizás también la más equivocada, apunta al pasaporte de Bradley como razón principal para no confiar en él: el consorcio americano dueño del 60% del club habría designado al ex de la selección estadounidense únicamente por motivos nacionalistas, dice esta crítica.

    La realidad es que la hinchada de los Swans desconfía de Bradley porque ellos son dueños del 21% del club, y además nadie les preguntó si querían a Bradley desde un principio. A diferencia del resto de fanaticadas de clubes de la Premier, los hinchas cisnes están asociados en un ‘Fideicomiso de Fanáticos’, una asociación civil sin fines de lucro con personalidad jurídica, voz y voto en las decisiones del club.

    “El Fideicomiso de Fanáticos se lamenta al decir que este cambio de entrenador ha ocurrido sin consultarlo con nuestro director, quien no ha podido reportar el asunto a nuestra mesa directiva… Habiendo sido parte integral de la dirigencia del club durante 15 años, lamentamos que decisiones tan importantes como éstas puedan tomarse sin nuestra participación, a pesar de que los accionistas mayoritarios nos aseguraron que querían trabajar en cercanía con nosotros.”

    Así, los fanáticos del Swansea le daban una no muy cálida bienvenida al padre de Michael Bradley; además se iban de frente y con todo contra el consorcio liderado por Jason Levien, directivo del DC United de la Major League Soccer, y por Steve Kaplan, vicepresidente de los Grizzlies de Memphis de la NBA.

    Y es que los fanáticos del Swansea salvaron a su equipo de la quiebra cuando éste se fue a tercera división en 2001. Tras comprar las acciones de empresarios que no pudieron manejar bien al equipo, el Fideicomiso de Fanáticos fue de a poco manejando los destinos del Swansea, logrando ascensos de categoría en categoría hasta aterrizar en la Premier League en 2010.

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    Bob Bradley representa pues el quiebre con la exitosa forma en que la escuadra galesa fue gestionada desde los años de vacas flacas hasta los años de vacas gordas. A menos de seis meses de haber adquirido el porcentaje mayoritario del club, el consorcio americano ha defraudado la confianza de los hinchas.

    Desafortunadamente, un entrenador trabajador y audaz como Bradley ha comenzado con el pie izquierdo en su nuevo banquillo. Sólo los resultados dirán si la confianza del Fideicomiso de Fanáticos es restaurada.

    César Martínez

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