Porto y Benfica, en busca de la Liga lusa

(Con información de EFE) La Liga portuguesa arranca este viernes con la tradicional rivalidad entre el Benfica, vigente campeón nacional y subcampeón de la Liga Europa, y el Porto de los mexicanos Héctor Herrera y Diego Reyes, que empieza renovado y "españolizado" con el técnico Julen Lopetegui.

Los "encarnados", que también ganaron la Copa de Portugal y la de la Liga, tendrán el listón alto este curso, en el que deberá enmendar las numerosas e importantes bajas en su plantel.

El entrenador portugués Jorge Jesús, de 60 años, iniciará su sexto curso en el banquillo del Benfica con la mirada puesta en más refuerzos para casi todos los frentes (portería, defensa y ataque).

Marcharon algunas de sus mejores bazas: el portero esloveno Jan Oblak (Atlético de Madrid), el argentino Ezequiel Garay (Zenit, aparece en la imagen), el extremo serbio Lazar Markovic (Liverpool) y el delantero paraguayo "scar Cardozo (Trabzonspor).

El Valencia del portugués Nuno Espírito Santo acaparó otra tajada del talento "encarnado", con los fichajes del delantero hispano-brasileño Rodrigo Moreno (en la foto) y el centrocampista portugués André Gomes, y aún podría contratar al internacional argentino Enzo Pérez, tal vez una de las joyas mejor pulidas por Jorge Jesús que sirvió de cerebro del equipo tras la salida del serbio Matic.

Como incorporaciones, el Benfica apostó por jóvenes promesas brasileñas como Victor Andrade (en la imagen), Talisca, César y Luís Felipe (que fue cedido de inmediato al brasileño Criciúma), pero aún faltan futbolista contrastados para ocupar los grandes vacíos dejados.

El modesto Paços Ferreira pondrá a prueba el domingo en el estadio de la Luz este nuevo esquema de Jesus, que probablemente opte por Lima (en la foto) y Talisca en la delantera y los argentinos Salvio y Gaitán en las bandas.

Por su parte, el Paços de Ferreira empieza con la esperanza de volver a los éxitos tras haber escapado en un suspiro del descenso.

Los "castores" recuperaron al técnico portugués Paulo Fonseca, el que les había llevado al tercer puesto en la 2012-2013, una vez frustrada su experiencia en la banquillo del Porto.

Su lugar en el estadio del Dragao lo ocupa desde mayo el español Julen Lopetegui, llamado a reconducir al equipo después de una temporada sin títulos y un tercer lugar en la Liga que le deja sin puesto asegurado en la Liga de Campeones, torneo al que accederá si apea en las próximas semanas al Lille francés.

Para ello, ha construido la que en Portugal llaman la "Armada española" a partir de seis futbolistas del país vecino: el delantero Adrián López, el extremo Cristian Tello (en la foto), el medio "liver Torres, el lateral José Ángel, el portero Andrés Fernández y el central Iván Marcano.

También recurrió al brasileño Casemiro (en la foto), cedido por una temporada por el Real Madrid, y al franco-argelino Yacine Brahime, del Granada, y conservó a su mayor máquina goleadora, el colombiano Jackson Martínez, que fue renovado por una temporada.

Salieron algunas piezas centrales como el internacional belga Steven Defour (en la foto), el francés Mangala y el brasileño Fernando, por lo que aún se esperan contrataciones antes del cierre del mercado de fichajes.

Este nuevo Porto estrenará el viernes el campeonato en el estadio del Dragao frente al Marítimo de Madeira, que acabó sexto en la Liga portuguesa.

El Sporting entra también en la disputa por el mayor título de Portugal después de haber cerrado el curso anterior en un notable segundo puesto que sirvió sobre todo para hacer soñar tras una década fatídica en términos deportivos.

El portugués Marco Silva (en la imagen) tomó el relevo de su compatriota Leonardo Jardim, que partió al Mónaco después de haber revolucionado el juego del Sporting con el descubrimiento de jóvenes promesas de la cantera como el talento de 22 años William Carvalho.

No estarán en el partido del sábado contra el Académica de Coimbra el internacional argentino Marcos Rojo (en la foto) y el punta argelino Islam Slimani, que están bajo medidas disciplinarias del club.

El presidente del Sporting, Bruno de Carvalho, anunció esta semana su castigo por haberse declarado en rebeldía para forzar la salida del actual subcampeón luso.