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    Ricardo Salazar | Plan de desarrollo

    Se debe trabajar sin miedo, contemplaciones y con la historia en la mano

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    Por:
    Ricardo Salazar.

    Ricardo Salazar te llevará de la mano por pasajes y datos en la historia del futbol mexicano.

    Imagen TUDN
    Ricardo Salazar te llevará de la mano por pasajes y datos en la historia del futbol mexicano.

    La Federación Mexicana de Futbol ha puesto en marcha un intercambio de ideas para posteriormente dar forma a un Plan de Desarrollo del balompié mexicano a todos los niveles. No es mala idea, aunque será más o menos una trigésima edición de la palabra más repetida en el organismo, reestructuración.

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    Para no caer en errores recurrentes, lo primero que deben tener en la mano es la historia. ¿Qué se hizo y cuáles fueron los resultados? ¿Por qué desapareció en dos ocasiones el Torneo de Copa? Mismo caso con la expansión de equipos, aumento de extranjeros y abolición del descenso, entre otras.

    Siempre han tenido buenos propósitos, pero a la hora de implementar las ideas se topan con dos barreras: miedo e intereses. Ejemplos en el mundo hay muchos.

    Las Federaciones de deportes profesionales, no se tientan el corazón para aplicar reglamentos y sanciones, acá no, primero se consulta el teléfono rojo para no afectar intereses y salen diciendo “no hubo dolo”.

    No hay mejor interés que el negocio del futbol sea rentable para todos. Uno de los errores es querer participar en todo, aquí, allá y eso ha propiciado la redacción de un código de pretextos para explicar los fracasos, que no es otra cosa que no cumplir un objetivo, como lo dice el diccionario.

    La repetición de resultados marca una tendencia, esa inclinación produce una curva que nos indica a dónde se dirige nuestra muestra. Así trabaja la ciencia y de ella dependemos todos, el futbol no es la excepción, ya que, es practicada por seres humanos. Por lo visto con los clubes y selección mexicana, el futuro no es muy halagador.

    El Plan de Desarrollo que surja no alcanzará a modificar la recta descendente para el mundial 2022, donde eventualmente el Tricolor no pase a la ronda de octavos de final, pero sí se puede poner en práctica para el 2026.

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    Los axiomas más elementales indican que si se utiliza la misma fórmula el resultado será el mismo. El diálogo e intercambio de ideas seguirá ese camino porque se va a consultar a los de siempre. Propondrán bajar el número de extranjeros, exportar más futbolistas, juegos de selección en Europa, regresar a los torneos largos, etcétera.

    Se necesitan nuevas ideas y cambiar muestras. No se puede hacer una generación espontánea de jugadores y entrenadores, pero se debe trabajar para modificarlas poco a poco. No importa la llegada de Gerardo Martino, trabaja con los mismos jugadores, es matemática elemental.

    Uno de los grandes problemas es la falta de evaluación profesional. El futbol es una empresa, pero resulta que en la Liga MX dirigen, entre mexicanos y extranjeros, un 60 por ciento de técnicos que no rebasan el 50 por ciento de productividad, eso no sucedería en otras compañías.

    Otro gran defecto es que el negocio está centralizado en cuatro equipos, a la larga, tuvo sus consecuencias, si no llegan América, Guadalajara, Cruz Azul o Pumas, en ese orden, disminuye el interés, pues también hay que luchar contra ello, que el aficionado esté pendiente de todos.

    Definir el juego de la semana en horario estelar, sea quien sea.

    El descenso nunca debe desaparecer, es una forma de evaluación y no tener miedo de que alguna institución popular baje a la división de ascenso, en otras ligas importantes ha sucedido y ni modo, es más, levantará expectación en el segundo piso.

    Abolir la tabla de cociente y decidir el descenso entre los últimos de las tablas en los torneos apertura y clausura.

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    Un mínimo de 50 partidos para que un estratega sea evaluado y si no tiene el 50 por ciento de puntos ganados, no podrá dirigir.

    Bajar el cupo de jugadores extranjeros a siete registros y cinco en la cancha.

    Reducir de cinco a tres las tarjetas amarillas, sin descuento, para sancionar a un futbolista.

    Reconocer constantemente a los técnicos o futbolistas que realizan un logro, crean identidad y afición. Homenajes a las viejas figuras.

    Tratar de implementar un plan de estudios básicos y financieros para que los jugadores tengan una preparación, no integral, pero algo profesional. Es una pena que técnicos y jugadores que ganan mucho entre contratos y publicidad, no sepan otro idioma, aun viviendo en el extranjero. Josep Guardiola se puso a estudiar alemán y cuando lo presentaron como entrenador del Bayern Munich, la conferencia lo hizo en el idioma local.

    No he visto, puede ser suerte, una entrevista en la que un futbolista exportado hable de sus visitas a museos y conozca parte de la historia del país donde juega. Muchas de las respuestas son al estilo del “jamaicón”, eso fue hace más de medio siglo.

    El Plan de Desarrollo es una gran idea, no se debe desperdiciar. El panorama según las estadísticas no es bueno, ahí está el Guadalajara. Me creyeron exagerado, pero la tendencia no falló y no ha descendido por la garantía de otros equipos.

    En alianza con
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