Chivas ya tiene rival por quinto puesto del Mundial: Esperance Sportive de Túnez
El campeón africano sucumbió ante el Al-Ain de Emiratos Árabes Unidos que enfrentará a River Plate en semifinales.
Por:
TUDN
Imagen Getty Images.
El egipcio Hussein El Shahat hizo el segundo del Al-Ain.
El Guadalajara ya conoce a su rival por el quinto puesto del Mundial de Clubes de la FIFA: el Esperance Sportive. Mexicanos y tunecinos se medirán el martes previo a la semifinal River Plate contra Al-Ain.
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Los africanos sufrieron un gol de vestidor cuando a los dos minutos el lateral derecho del equipo emiratí, Mohamed Ahmed, oradó la cabaña del guardameta tunecino Moez Ben Chefiria a la salida de un córner.
Tras haber llegado a esta ronda ganando en penales contra el Team Wellington neozelandés, el Al-Ain optó por una estrategia contragolpeadora en 4-4-2 que rindió frutos con el brasileño Caio al frente y el sueco Marcus Berg en el banquillo.
El 2-0 para los locales fue obra del delantero egipcio Hussein El-Shahat, compañero de dupla goleadora de Caio. Esto pasó a los 16 minutos y el Al-Ain se atrincheró aún más en propio terreno. El-Shahat ya había avisado que posee un tremendo disparo de zurda.
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Imagen REUTERS
Aunque el partido se jugó en el estadio del Al-Ain, los tunecinos eran multitud en las graderías.
Los porcentajes de posesión del balón indicaban más del 65% para el Esperance Sportive sobre el Al-Ain, pero los tunecinos no generaron ocasiones peligrosas y fueron muy faltos de ideas. El Club Guadalajara en el papel es amplio favorito.
Ayman Ben Mohamed, defensa lateral zurdo en la línea de cuatro del Esperance, comenzó a cometer desconcentraciones defensivas en el segundo tiempo que el Al-Ain aprovechó.
Así pasó cuando el volante emiratí Bandar Mohammed le comió la espalda. Caio lanzó una asistencia por izquierda que Mohammed agradeció para hacer el 3-0.
Los últimos minutos del partido llevado por el árbitro estadounidense Jair Marrufo fueron de conatos de bronca entre tunecinos y emiratíes. El propio Ben Mohamed quería írsele a los golpes al egipcio El-Shahat por burlarse haciéndole la señal de los tres goles.
Con el silbatazo final, el Al-Ain demostró que River Plate no deberá confiarse.
