En Derna, donde las corrientes de agua desatadas por la ruptura de dos represas mataron a decenas de miles de personas, una fuerte escasez de agua potable y alimentos se suma al peligro de que se desate una epidemia por las condiciones insalubres causadas por los cadáveres en estado de descomposición esparcidos por toda la ciudad.
En Derna, donde las corrientes de agua desatadas por la ruptura de dos represas mataron a decenas de miles de personas, una fuerte escasez de agua potable y alimentos se suma al peligro de que se desate una epidemia por las condiciones insalubres causadas por los cadáveres en estado de descomposición esparcidos por toda la ciudad.