Conor McGregor se alejó de la UFC para incursionar en el boxeo ante Floyd Mayweather, una pelea que despertó morbo por montones y que fue lucrativa y entretenida, pero que también alejó de los octógonos al irlandés. Mientras él se enfocaba en otros negocios, en la UFC seguían creciendo hombres como Tony ‘Cucuy’ Ferguson y el mismo Khabib Nurmagomedov.
La pelea contra Nurmagomedov es el parteaguas para McGregor
The Notorious debe volver y reclamar el sitio que le pertenecía hace dos años.
McGregor es en sí un espectáculo y un gran peleador, vuelve para deleitar a sus fanáticos con grandes obligaciones de por medio, recuperar el lugar que le pertenece no es sencillo, porque enfrenta a un peleador con ritmo y que está invicto, pero la pelea puede dar mucho o quitar demasiado.
Si McGregor le quita el invicto a Khabib Nurmagomedov, se hablará del gran peleador que es y de que los dos años de ausencia, desde que se enfrentó a Eddie álvarez en noviembre de 2006 y de la venganza que cobró ante Nate Díaz en agosto de ese mismo año, no le afectaron y nuevamente se le verá como la gran figura de la UFC.
Pero es un arma de dos filos, igualmente con grandes proporciones, s i pierde se hablará de la falta de compromiso, de si es un peleador que ya se desinfló y de si es ahora un fanfarrón que no consigue sostener en el octágono todo lo que hizo previamente.
Este sábado McGregor va por la consolidación como estrella, como ídolo y hasta como leyenda de la UFC. Su triunfo puede ponerlo a la altura de hombres leyenda como anderson Silva o George St. Pierre.
Este 6 de octubre la UFC tendrá una de sus peleas más memorables en su historia, así que solo nos queda aguardar por un campanazo que nos lleve al tope de las emociones.