Juegos Olímpicos

    Las sedes de Río 2016 son "trastos" construidos "sin planificación"

    Un fiscal federal de Brasil acusó el descuido de las sedes de competencia de los pasados Juegos Olímpicos y su falta de uso después del evento

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    Por:
    TUDN

    Sillas desmontadas del estadio Maracaná, que no tiene inquilino actualmente.

    Imagen AP
    Sillas desmontadas del estadio Maracaná, que no tiene inquilino actualmente.

    Un fiscal federal que investiga los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 dijo que la mayoría de las sedes de la competición "son trastos" que se construyeron "sin planificación".

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    El feroz informe ofrecido durante una audiencia pública confirma los reportes de la agencia Associated Press varios meses después del final de la cita olímpica. Muchas de las sedes están vacías, cerradas, no tienen inquilinos ni ingresos y es el gobierno quien asume los costos de su mantenimiento.

    "No hubo planificación", señaló el fiscal federal Leandro Mitidieri durante la vista sobre los Juegos. "No hubo planificación cuando presentaron la candidatura a acoger los Juegos. No hubo planificación".

    Hoy son trastos", agregó Mitidieri. "Lo que estamos intentado ver es cómo transformar esto en algo utilizable".

    Las quejas por las medallas de los Juegos Olímpicos de Río permiten recordar algunos de los errores más graves y vergonzosos a nivel logístico en los diferentes eventos deportivos del mundo.
    La logística de los Juegos Olímpicos 2016 tuvo numerosos contratiempos, en un país en grave crisis política y en una ciudad en la que hubo protestas, porque se decía que el dinero para el evento debía usarse en causas sociales.
    El regreso del golf a unos Olímpicos estuvo marcado por ausencias de jugadores que aseguraron que temían por su salud por el virus zika en Brasil.
    Cerca de 130 medallas entregadas durante Río 2016 (sobre todo las de plata) están oxidadas, astilladas o, como lo calificó la Agencia France-Presse, "cayéndose a pedazos".
    Pero si las medallas de Brasil son motivo de preocupación, las de los Juegos Mundiales de Cali en 2013 fueron una vergüenza. En la inscripción donde debía decir 'World' ('mundo' en inglés) se leía 
<b>'Word'</b> ('palabra' en inglés).
    Durante Río 2016, la fosa de clavados apareció llena de agua verde en el centro acuático Maria Lenk (a diferencia de la piscina de water polo).
    Las y los clavadistas fueron avisados que su salud no corría peligro por el color del agua.
    La organización brasileña tomó muestras del agua verde para saber la causa del incidente.
    Resultó que alguien puso 80 litros de peróxido de hidrógeno en la piscina y esto hizo reacción química con la piel de los clavadistas al sumergirse.
    La Copa América de 2016 en Estados Unidos también generó todo tipo de críticas. La más recordada surgió cuando en el partido entre México y Uruguay, en lugar de sonar el himno de los uruguayos se puso el de Chile.
    Durante la Copa, también hubo errores en la programación de los partidos. En el Camping World de Orlando nunca se llenó ni siquiera la tercera parte del recinto y los partidos en pleno día durante el verano fueron la causa. En el partido entre Costa Rica y Paraguay, el técnico del equipo suramericano, Ramón Díaz, aseguró que era 
<b>"un horario de locos"</b>.
    Los técnicos, entre ellos el de Uruguay, se quejaron de los largos desplazamientos que tenían que realizar de una ciudad a otra, incluso cuando se dirigían al estadio para los entrenamientos.
    Los de Río no han sido los únicos Olímpicos con hechos bochornosos. En Londres 2012, en el partido de fútbol femenino contra Colombia, hubo gran molestia en el equipo de Corea del Norte porque la organización se equivocó y puso la bandera de Corea del Sur. 
<b>¡Impresentable!</b>
    Al parecer el desconocimiento de banderas no es el único mal de los ingleses. Durante un partido de hockey femenino entre Gran Bretaña y Sudáfrica preolímpico, la organización puso 
<b>el himno del Apartheid (segregación racista)</b> en lugar del actual. La queja fue evidente.
    En febrero de 2017, el equipo de Alemania vivió una situación similar durante un choque de Copa Federación cuando se equivocaron de himno y el cantante entonó el de 
<b>la Alemania nazi</b>.
    Otro deportista que vivió un momento incómodo fue el español Alberto Contador en el Giro de Italia 2011, cuando la organización puso el 
<b>himno franquista (de la dictadura militar)</b> en lugar del de España actual.
    Otro español que sufrió la confusión de himnos fue Jorge Lorenzo en su triunfo en Laguna Seca (Estados Unidos) en el Mundial de Moto GP, aunque en su caso tuvo que celebrar con el himno de Italia de fondo.
    Antes de un amistoso en 2009 entre Francia y Sudáfrica, los organizadores creyeron buena idea que un artista de reggae interpretara el himno sudafricano, en lo que ese país consideró una falta de respeto al símbolo patrio, 
<b>ya que el reggae proviene de Jamaica.</b>
    En un hecho casi increíble, los organizadores del Mundial de Tiro en Kuwait en 2012 pusieron como himno de Kazajistán la canción de la película 'Borat', que es la historia de un supuesto kazajo que visita Estados Unidos.
    Un error difícil de explicar por quien lo cometió: la ceremonia de premiación del ganador Liu Xiang en los 60 metros vallas en el Mundial de Valencia en 2008 se tuvo que repetir porque en la primera ocasión, por error, 
<b>en lugar del himno de China se puso el de Chile.</b>

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    Imagen Getty Images
    Las quejas por las medallas de los Juegos Olímpicos de Río permiten recordar algunos de los errores más graves y vergonzosos a nivel logístico en los diferentes eventos deportivos del mundo.

    Río de Janeiro gastó unos 12 mil millones de dólares en la organización de los Juegos, que se vieron salpicados por un recorte de gastos, baja asistencia y reportes de sobornos y corrupción vinculados a la construcción de algunas instalaciones.

    El Parque Olímpico de Barra da Tijuca, en los suburbios de la ciudad y el lugar donde se concentraban más sedes, es una amplia extensión de estadios vacíos donde todavía quedan restos de las competiciones. El segundo centro en importancia, Deodoro, en el norte de la ciudad, está cerrado a pesar de los planes para reabrirlo convertida en un parque público con piscinas para los habitantes de la deprimida zona.

    Patricia Amorim, vicesecretaria de Deportes de la ciudad de Río, dijo que los publicitados planes para desmantelar una de las sedes, la de balonmano, y construir cuatro escuelas con los restos están en suspenso.


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    "Se desmantelará", dijo. "Estamos esperando a saber si realmente tenemos recursos para construir esas escuelas en otros sitios, o si la desmantelaremos y esperaremos la llegada de los recursos. Nuestras escuelas necesitan ser reformadas y esta es nuestra prioridad, no los centros nuevos".

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    Nueve meses después del final de los Juegos de Río, el Comité Olímpico sigue debiendo a sus acreedores unos 30 millones de dólares y 137 medallas de las entregadas en la cita se están oxidando y tienen que ser reparadas.

    El exalcalde de Río Eduardo Paes, el principal impulsor de la cita junto al Comité Olímpico Internacional, está siendo investigado por supuestamente aceptar al menos 15 millones de reales (cinco millones de dólares) en pagos para facilitar la construcción de proyectos ligados a los Juegos. El político niega su implicación en el caso.

    Londres puso el modelo a seguir

    A diferencia de lo que ocurre con las sedes de Río 2016, las de Londres 2012 fueron objeto de una larga planeación para evitar convertirse en "elefantes blancos" y dejó el modelo a seguir en cuanto al legado de los Juegos Olímpicos para una ciudad.

    El Estadio Olímpico tenía tres opciones para su uso futuro: mantenerse como se construyó, con capacidad para 80 mil aficionados; desmontar la zona más alta de las gradas y dejarlo con aforo para 60 mil; o quedarse solamente con el nivel más bajo de tribunas, para 25 mil aficionados. Las dos zonas más altas del inmueble fueron diseñadas para que ese plan fuera posible y mantenerlo con un aforo grande dependía de que un equipo de la Premier League lo adoptara como su casa. Actualmente ahí juega el West Ham.

    El Parque Acuático tenía 17 mil lugares para los aficionados que presenciaron las competencias de natación, clavados, nado sincronizado y polo acuático, pero meses después de los Juegos se quedaron solamente 2 mil y las piscinas están al servicio de los vecinos de la zona de Stratford.

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    Muchas sedes de competencia eran desmontables y desaparecieron tras los Juegos Olímpicos.

    En sí el Parque Olímpico es hoy en día un área para la comunidad. Además, el plan incluyó una reestructuración en términos de seguridad, economía y hasta estéticos de Stratford, ubicada en el este de Londres, una zona que por siglos vivió marginada del desarrollo del resto de la ciudad.

    Con información de Ricardo Otero

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