El intrépido fotógrafo ruso Alexander Remnev subió con un par de amigos a la cima de la torre The Centre, en Hong Kong, para tomar la selfie más memorable que haya existido. El edificio tiene 73 pisos y 1,135 pies de altura, y es tan solo uno de los tantos rascacielos a los que el joven ruso ha subido, entre ellos la Princess Tower, en Dubái, y la estatua de Pedro, el Grande, en Moscú.