Correr o volar para llegar a la meta, ¿el fin justifica los medios?

Por Ernesto Reitich

Algunos puristas del deporte están reclamando que la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) debería tomar cartas en el asunto. Esta es una práctica muy peligrosa que puede terminar con una grave lesión y además están haciendo trampa, argumentan.

La realidad es que en este caso, me inclino más a la filosofía maquiavélica que dice que cuando el objetivo final es importante, cualquier medio para lograrlo es válido. Para estos atletas, que la gran mayoría no son famosos ni millonarios, estos momentos de gloria significan un futuro un tanto más seguro, por eso, y por las ganas de ganar una medalla por su país, son capaces de ponerse su capa de “Superman” en el último segundo y volar por la meta.

La noche del lunes, vimos como dos corredores, Joao Vitor de Oliveira, de Brasil, y Shaunae Miller, de Bahamas, se colgaron la capa de super héroes y volaron.

Súper Joao

El brasileño se lanzó a través de la línea en los 110 metros con vallas, logrando llegar a la semifinal por 0,01 segundos.

El número 18 en el escalafón mundial tenía una dura competencia con el francés Dimitri Bascou y con Andrew Pozzi, de Gran Bretaña, pero fue capaz de sobrepasarlos por las pestañas de un mosquito. Joao aterrizó sobre la línea sólo una centésima de segundo antes de Antonio Alkana en 13.63 segundos.

Mientras que los otros atletas continuaron desacelerando durante otros diez metros, Oliveira se quedó clavado en el suelo, con los ojos fijos en la gran pantalla a la espera de su posición.

Cuando el resultado apareció en la pantalla, el brasileño saboreó la alegría al ver que había calificado para luego escuchar los aplausos de la hinchada local enloquecida.

Oliveira dijo que su vuelo sobre la meta se ha convertido en un elemento esencial de su estrategia al correr.

"Siempre hago eso, no es casualidad", dijo. "Me rompí las costillas al hacerlo en China." La gente me dice que no lo haga, pero me viene del corazón. Me pongo en primer lugar".

Cómo argumentar con un atleta que se ha roto hasta el alma entrenando para llegar a unos Juegos Olímpicos y decirle que no se tire de cabeza.

Honestamente no creo que esta práctica se vaya a convertir en un lugar común, pero no nos extrañe que siga sucediendo.

Maravilla Shaunae

Por su lado la bahamesa Shaunae Miller se lanzó de cabeza para cruzar la meta en primer lugar y ganar la medalla de oro en los 400 metros planos. Con tiempo de 49.44 segundos, Miller le ganó a la campeona mundial, la estadunidense Allyson Felix.

La atleta de 22 años fue sembrada en el carril ocho para esta final y desde la salida exhibió un impresionante ritmo para estar siempre delante de las otras siete finalistas. La campeona mundial de Beijing 2015 y favorita, Felix, aceleró acortando la distancia.

Miller reflejaba cierto cansancio al final, parecía correr en cámara lenta y antes de cruzar la meta, se tropezó y se lanzó un clavado para que sus manos cruzaran primero que el cuerpo de la estadunidense ganándole por 0.07 segundos.

Parecía que Félix había ganado, ella pasó todo su cuerpo a través de la línea de meta en primer lugar, pero Miller fue quien se llevó el oro. ¿Por qué? Debido a que el pecho de Miller cruzó la meta en primer lugar.

El libro de reglas de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo establece que: "Los atletas llegarán en el orden en el que cualquier parte de su cuerpo (el torso, la cabeza, cuello, brazos, piernas, manos o pies) alcancen el plano vertical del borde más próximo a la línea de meta "(Regla 164, reglas de la IAAF 2006-2007).

Por lo tanto, no es que las manos extendidas de Miller cruzaron primero, el pecho pasó a través de la meta antes de Felix.

El clavado en este caso fue legal, y esta vez le dio una medalla de oro a Shaunae y la felicidad absoluta a todo un país.