Juegos Olímpicos

    ¿Alguien le puede dar un abrazo a Justin Gatlin?

    Apenas sonríe, después de ser mejor que Bolt durante un buen tiempo, volvió a perder en el momento importante contra el jamaiquino.

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    Otra vez, a Gatlin lo acabó evidenciando Bolt

    Imagen Kyodo News / Getty Images
    Otra vez, a Gatlin lo acabó evidenciando Bolt

    Por Ivan Pérez | @ivanpm82

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    RÍO DE JANEIRO. Poco cariño. Mínimo. A veces nada. Nada. Justin Gatlin es tratado como un rufián, como el criminal al que nunca jamás le creerán. Uno de los cinco hombres más rápidos de todos los tiempos es el villano. Dos veces positivo por dopaje le condenaron – así parece- para siempre.

    Aparece Gatlin al menos unas cinco veces en close up en las cámaras del Estadio Olímpico. Nada. Ni un guiño a la grada, ni una sonrisa. Allá arriba, donde están todos, le dedican el abucheo más grande que se haya llevado un atleta en Río de Janeiro. Rechazo.

    ¿Qué tanto daño te hace no recibir cariño?

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    Sin cariño – dice la Universidad de Duke- se nos mueren millones de neuronas. “No existe enfermedad más amarga a nivel anímico que la soledad causada por la indiferencia y por el vacío social” detalla un reporte la Universidad de Carolina del Norte. Justin lo padece desde que regresó en junio del 2010. A donde vaya por el mundo, con quien vaya, en donde se presente, sólo hay de dos: o lo abuchean o pasa desapercibido.

    Pero mandemos al carajo a la ciencia, ¿cuántas veces no has tenido necesidad de sentirte querido y no hay nadie que te lo haya hecho sentir? Soledad, impotencia, rabia, nudo en la garganta, a veces lágrimas. Así se siente.

    Gatlin aparece en las pantallas del Estadio Olímpico con un gesto molesto. Cero expresiones y cuando lo hace es para contraer los labios como si se los fuera a comer. Y luego, la gente le dedica una carretada de desaprobación monumental. Silbidos, gritos, reclamos.

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    Llegó antes que Bolt pero fue rebasado en la carrera del aprecio. Usain es un tipo que además de sus marcas imposibles, tiene un carisma de ídolo. “Ya es tiempo que le perdonen, decidió volver y nunca más se ha manchado”, pide el entrenador del equipo de Estados Unidos, Tracy Sudlin, abogando por él.

    Después del Mundial de Beijing 2015, hace un año, después de ser el mejor toda la temporada, de ganarle carreras a Usain, de prepararse hasta el hartazgo, Justin – desesperado, liquidado- le dijo a su entrenador: “¿Qué he hecho mal?, ¿por qué me ganó ahora?”.

    Ni querido, ni el número uno.

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    “Él ha pagado muy caro su error”. Tracy es de las personas que ha estado más cerca de Justin.

    ¿No es acaso eso suficiente ya?

    No.

    El arranque de la final de los 100 metros planos no fue bueno, de hecho Bolt extuvo por un momento en el último sitio debido a la falta de explosividad. El norteamericano Justin Gatlin tuvo el mejor inicio.
    Previo a Rio 2016 Usain Bolt daba por hecho llevarse el máximo premio, el oro en los 100 metros: "Las medallas valen más que nada porque quedan para la eternidad" le dijo al diario francés "Le Parisien".
    Nadie a la derecha, nadie a la izquierda, una sonrisa y otra victoria en los 100 metros planos. Usain Bolt muestra que no tiene rivales en la velocidad, su dominio es pleno con victorias en todas las competencias olímpicas que ha tenido, eliminatorias o finales.
    "Mis posibilidades, como siempre, son muy altas", señaló el atleta y también afirmó que este año el nivel del sprint masculino es uno de los peores que ha visto.
    A la mitad de la competencia Bolt estaba detrás de Gatlin, así llegaron también a los 60 metros, pero entonces surgió la magia de Usain en los últimos 40 metros.
    Superó a Gatlin, llegó en primer lugar y se dio tiempo de golpearse el pecho antes de cruzar la meta. Esos instantes de festejo previo pueden ser la causa de que Bolt no registre mejores tiempos, tiene el potencial de bajar los 9 segundos en los 100 metros.
    Los 100 metros representan el primer objetivo alcanzado en Rio 2016. Está latente la probabilidad de conseguir un triplete inédito si vuelve a ganar, como en Pekín 2008 y Londres 2012, las pruebas de 100, 200 y 4x100 metros.
    "Sé que el atletismo necesita que yo gane en Río y que sea el mejor. Yo quiero lo mismo. Si quiero ser uno de los más grandes, tengo que seguir ganando" dijo Bolt.
    Su tiempo 9:81 segundos se quedó lejos del propio récord mundial que él mismo estableció de 9:58. Sin embargo, otra vez su único rival en la pista fue el cronómetro.
    La mirada busca rivales pero no los encuentra, por lo tanto se concentra en el reloj o en la pantalla gigante de televisión. Tuvo presión de Justin Gatlin pero Bolt conserva su tremendo cierre en 40 metros, algo jamás registrado en pistas olímpicas.
    Los Juegos de Río, según destacó Bolt, son los más importantes: "Se dice lo mismo cada vez, pero realmente es el caso".
    "Esto es para mi gente en Jamaica" publicó Bolt en redes sociales. El día que alguien supere sus récords "yo seguiré siendo el hombre con nueve medallas de oro en los Juegos" afirmó en el caso de conseguir el triplete.
    El atleta del momento, aquí junto con las ganadoras del Heptatlón la canadiense Brianne Theisen, la campeona Nafissatou Thiam y la británica Jessica Ennis-Hill.

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    Imagen (Gettyimages)
    El arranque de la final de los 100 metros planos no fue bueno, de hecho Bolt extuvo por un momento en el último sitio debido a la falta de explosividad. El norteamericano Justin Gatlin tuvo el mejor inicio.

    Michael Johnson, el último gran velocista de los Estados Unidos, dijo que Gatlin, “no debería ni siquiera estar en el equipo”. Cuando una leyenda te condena, es sentir el peso de su historia como camina despacio sobre ti. Te despedaza.

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    Suena el disparo de salida y Gatlin sale a toda máquina. A 43 kilómetros por hora. Cruza la meta y parece todos llegan al mismo tiempo. Es 2004 y se lleva la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas. No sabe lo que le espera más adelante. La condena.

    Ayer, tras ganar la plata (después de ser mejor, otra vez, que Bolt toda la temporada), apenas si tiene expresiones de felicidad. “¿Sabes?, para mí es importante estar en el podio porque ya soy un viejo en la pista”, reflexiona minutos después de terminar en segundo lugar de los 100 metros.

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    Antes de comparecer ante la prensa, Gatlin se envolvió en una bandera y justo en ese momento, sin que nadie le obsequiara un abrazo, su bandera lo hizo, le rodeó el cuerpo. Por fin sonrío.

    -¿Por qué es tan especial esta medalla?

    -Hay un pequeño vacío de tiempo y responde

    - Tu sabes…

    -Pasa otro pequeño vacío.

    -He trabajado mucho todo este tiempo, demasiado, para llegar y concluirlo aquí, bajar de 10 segundos.

    La historia todavía no termina. Hay tiempo para un poco de cariño. Gatlin estará en los 200 metros y el relevo 4x100.

    ¿Qué es el afecto?

    Desde el punto de vista tradicional, es una “sensación de las emociones que se expresan de muchas maneras”, desde la biología es “todo acto o comportamiento de ayuda, protección, cuidado, que contribuya a la supervivencia de otro ser vivo”.

    ¿Qué ganas con un abrazo?... la psicología Gestalt dice que justo al momento del contacto físico los dos corazones se juntan. Necesidad. Gatlin los espera.

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    Ivan Pérez es Editor de deportes del periódico El Economista, fundador de Cámara Húngara y colaborador de Forbes México. Ganador del premio 50 años de la Copa Libertadores en la categoría de prensa escrita. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México, Licenciado en Periodismo por el PART, becario del Programa Prensa y Democracia (Prende).

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