Liverpool

    Superó la muerte para ver al Liverpool

    Andrew Ward estuvo mucho tiempo en coma, y su madre le prometió que si se recuperaba, no se perdería ningún partido del Liverpool.

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    Por:
    Bruno Valencia/Patricia Terán.

    Las adversidades en la vida, como en el fútbol, hay que darles la vuelta. El Liverpool va abajo en el marcador 3-0 en la semifinal de la Champions League ante el FC Barcelona, en una hazaña que luce muy difícil, pero sus aficionados ponen el ejemplo para poder revertir el resultado en la vuelta.

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    Andrew Ward tiene 41 años y desde los tres años de edad, ha sido fiel seguidor del club inglés por herencia de su padre Billy, quien junto con su esposa, Anne, su hijo, de la mano del club de sus amores, nunca ha estado solo.

    “Justo antes de cumplir catorce años, fue atropellado por un conductor ebrio que huyó, estuvo en coma durante mucho tiempo y l e prometí que, si salía del coma para mí, nunca se perdería un partido del Liverpool. Y lo hemos hecho durante 27 años”, compartió Anne con la voz quebrada.


    Ningún marcador es tan adverso como superar la muerte y esforzarte durante tantas jornadas para estar bien. Los padres de Andrew han viajado alrededor de Europa con su hijo en silla de ruedas, situación que no ha sido nada fácil.

    “Lo hacemos para que Andrew tenga una gran vida social, imagina que cuando está en casa simplemente dibuja, juega a las cartas, va a fisioterapia. Aquí hay gente de todas las edades, de todas las nacionalidades, se emociona y el Liverpool está en su sangre.

    Me encantaría escribir un libro sobre nuestras experiencias, a veces vamos a diferentes países y nos dicen, sí, tenemos un ascensor, pero no es tan amplio, no puede entrar, así que tenemos que doblar la silla de ruedas”, compartió la mamá de Andrew.

    No es la primera vez en la que el Liverpool va abajo por la misma cantidad de goles. El 25 de mayo de 2005 remontaron al Milán para levantar la última orejona de su palmarés, en donde claro, Andrew y su familia estuvieron presentes.

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    “Estambul era increíble, era como la postal del mar rojo cuando todos los aficionados llegaron a la colina en Estambul”, recordó emocionada Anne.

    Andrew tuvo que aprender a hablar de nuevo, pero hay cosas que no necesitan de palabras, que con el corazón se conectan, una de ellas, para la familia inglesa, es el fútbol.

    “Llegaremos allí, incluso si tenemos que conducir por días y conducir a casa, lo haremos, y debido a su lealtad al Liverpool, obtendrá las entradas”, confió Anne.


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