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    'Pipita' Higuaín regresará a Nápoles, ahora enfundado en la playera de la Juventus

    "Traidor", "mercenario" o "Judas" son algunos de los nuevos apodos de Gonzalo Higuaín que enfrentará el domingo a los hinchas del estadio San Paolo.

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    Por:
    TUDN

    TO GO WITH AFP STORY BY STANISLAS TOUCHOT - A vendor shows posters depicting Juventus' Argentinian forward Gonzalo Higuain in a toilet bowl on March 23, 2017 in a street of Naples. Eight months after leaving team Napoli for Juventus Turin, Gonzalo Higuain prepares a hectic return for the Italian Seria A football match Napoli vs Juventus at San Paolo stadium, where the rancor against the Argentine "traitor" remains immense. / AFP PHOTO / CARLO HERMANN (Photo credit should read CARLO HERMANN/AFP/Getty Images)

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    TO GO WITH AFP STORY BY STANISLAS TOUCHOT - A vendor shows posters depicting Juventus' Argentinian forward Gonzalo Higuain in a toilet bowl on March 23, 2017 in a street of Naples. Eight months after leaving team Napoli for Juventus Turin, Gonzalo Higuain prepares a hectic return for the Italian Seria A football match Napoli vs Juventus at San Paolo stadium, where the rancor against the Argentine "traitor" remains immense. / AFP PHOTO / CARLO HERMANN (Photo credit should read CARLO HERMANN/AFP/Getty Images)

    "Traidor", "mercenario" o "Judas": ocho meses después de haber abandonado el Nápoles para jugar en la Juventus, el atacante argentino Gonzalo Higuaín, que pasó de ídolo a villano para los 'tifosi' napolitanos, vuelve el domingo al estadio San Paolo, donde la grada le espera con grandes dosis de rencor.

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    En mayo, Higuaín cantaba todavía con los hinchas del Nápoles celebrando la clasificación para la Liga de Campeones y sus históricos 36 goles en una única temporada de la Serie A. Tres meses más tarde, su rostro era eliminado de los carteles que anunciaban la concentración de pretemporada del Nápoles y su camiseta con el número 9 fue tirada por muchos a la basura.

    "Hace un año que los napolitanos esperan su regreso. Se vivió muy mal su salida y sobre todo su manera de comportarse. Decía que estaba enamorado de Nápoles y se fue por dinero. Es un mercenario, un traidor", dice Bruno Alcidi, que regenta el Bar Nilo, en pleno corazón del centro histórico de Nápoles.

    Oficialmente, el estadio de los clubes milaneses se llama Giuseppe Meazza por un legendario futbolista italiano que jugó tanto para el Inter como para el AC Milán y que ganó los mundiales de 1934 y 1938 con Italia.
    Pero al estadio todo el mundo en Milán lo conoce como San Siro, ya que está enclavado en el distrito del mismo nombre de esta ciudad italiana, capital de la región de Lombardia.
    El pontífice argentino visitó la arquidiócesis de Milán y el evento con jóvenes en el Giuseppe Meazza abarrotó los graderíos.
    El Inter no juega la Champions League desde el 2012 y el Milán no lo hace desde el 2014. Por lo tanto, solo en los 'Derbis della Madonnina' han conseguido llenar su propio estadio.
    Aprovechando que la liga italiana se suspendió por la Fecha FIFA, Francisco planeó su visita pastoral en Milán con un evento con jóvenes en el San Siro.
    El Jefe de Estado del Vaticano arribó a Milán a las ocho de la mañana (hora italiana) y voló de vuelta a Roma a eso de las siete de la tarde.
    Durante el día Francisco se reunió con immigrantes de la etnia romaní (mejor conocidos como gitanos) y con inmigrantes musulmanes.
    El Giuseppe Meazza tuvo mosaicos en sus gradas, aunque esta vez no fue con los colores 'neroazzuros' del Inter ni con los 'rossoneros' del Milán.
    San Siro fue remodelado con miras al Mundial de Italia 1990. Se le colocó un innovador techo que, no obstante, dificulta la entrada de la luz del sol y por ello el césped se deteriora más de lo normal durante el invierno.
    En su mensaje, el Papa Francisco pidió a los jóvenes prometer que 'nunca serán abusivos ni violentos'. Esto, en referencia al fenómeno del 'bullying'.
    'Les pregunto, en silencio: en sus colegios, en sus vecindarios ¿hay alguien de quien ustedes se burlan? ¿se burlan porque es distinto, porque es gordito? Eso se llama bullying', declaró Francisco.
    El evento de este fin de semana recordó mucho a la ceremonia de inauguración de Italia 1990, la cual también se realizó en Milán. La final del torneo se jugó en Roma.
    El pontífice señaló a los jóvenes la importancia de hacer amigos de su edad: 'aprender a trabajar en equipo, a hacer deporte, a relacionarse respetando al otro ¡jueguen con sus amigos!'.
    Antes, el Papa había almorzado con convictos de la prisión de San Vittore en la misma ciudad.
    El fin de semana anterior, Francisco cumplió cuatro años de pontificado.

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    Imagen Miguel Medina (AFP/Getty Images).
    Oficialmente, el estadio de los clubes milaneses se llama Giuseppe Meazza por un legendario futbolista italiano que jugó tanto para el Inter como para el AC Milán y que ganó los mundiales de 1934 y 1938 con Italia.

    En su establecimiento, Alcidi ha instalado una especie de altar dedicado a mayor gloria de Diego Maradona, otro argentino que vistió los colores del equipo local pero que sí conserva, además de manera total y eterna, la devoción de los hinchas de la ciudad.

    "Higuaín es un gran futbolista, pero para nosotros no vale nada. Mirad a Maradona. Él dejó su corazón en Nápoles, es un santo. En la historia del Nápoles, Higuaín es un cero. A pesar de sus 36 goles, es un cero", estima Salvatore Romano, 'tifoso' del Nápoles, delante de una de las tiendas de la famosa Via San Gregorio Armeno.

    En la ciudad que un día le idolatró ahora hay imágenes de Higuaín con la camiseta del equipo 'bianconero' acompañada de mensajes como "Soy un traidor", "Soy un ingrato" o "So una lota", una frase esa última en dialecto napolitano que alude de manera soez a la poca gratitud mostrada por el 'Pipita' al equipo que le abrió las puertas de Italia tras abandonar el Real Madrid.

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    La marcha de Higuaín a la Juventus dio lugar en su día a infinidad de referencias escatológicas, hasta el punto de que se imprimió su cara y el mensaje "Juve Merda" (Juve Mierda) en rollos de papel higiénico. O se hicieron fotomontajes con su cara saliendo de un retrete.

    "Que se fuera allí es lo peor. Podía haberse ido a cualquier lugar y eligió a nuestro enemigo. Es como pasar del Real Madrid al Barcelona. Es la traición absoluta", explica Bruno Alcidi.

    Incluso Maradona reconoció la falta de su compatriota. "Lo hizo a espaldas de los tifosi. Si lo hubiera hecho a la luz, le odiarían menos. Dejar un equipo no es nada del otro mundo, pero dejar el Nápoles es diferente", declaró el 'Pelusa' a La Gazzetta dello Sport.

    Al amor, la pasión y los sentimientos, Higuaín contrapuso un pragmatismo difícilmente comprensible para los habituales del estadio de San Paolo. "Una camiseta tiene un valor, pero al final el fútbol es un trabajo como los demás. Cada uno debe elegir lo que le haga feliz, lo que considere mejor para él y para su progresión", dijo en febrero a Sky Sport.

    ¿Y qué debe esperar el argentino el domingo en ese estadio que fue su casa durante tres temporadas? En principio no habrá grandes pancartas contra él, ya que los grupos principales de hinchas estimaron que no merecía ni siquiera que se gastaran dinero en encargarlas.

    "Únicamente ruido y abucheos, del principio al final. Tiene que darse cuenta de su error. Será muy difícil para él", cree Bruno Alcidi.

    "Hay hinchas que me piden que diga por el micrófono que Higuaín es una mierda, pero eso no es posible", sonríe por su parte Daniele "Decibelio" Bellini, el célebre 'speaker' del estadio de San Paolo.

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    "Lo que es seguro es que habrá mucho ruido. Está ese sonido tan peculiar que hacemos en Nápoles, la pernacchia (un "pfffffrrrttt" muy sonoro haciendo aire con la mano). He leído en las redes sociales que igual hay una gran pernacchia cuando salte al campo".


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