Adiós Osorio: nada nos debes, nada te debemos

Colombia me parece un país fascinante, lleno de gente hermosa, con aportaciones culturales fenomenales, sin embargo, he leído una cantidad importante de comentarios por parte de nuestros hermanos cafetaleros a nosotros los mexicanos por la forma en la que se le criticó el trabajo de Juan Carlos Osorio.

Entiendo la defensa de su compatriota, pero creo que los mexicanos esperaban mucho más de él. Nadie pone en duda que es un estratega trabajador, analista, quizás el más preparado en la historia del Tri, pero nadie entendió sus rotaciones y no se pudo levantar un solo campeonato bajo su mandato.

Osorio se va con dos resultados que lo perseguirán, por su puesto, el triunfo ante Alemania, el momento cumbre de su gestión y cuando los mexicanos finalmente se reconciliaron con el estratega; sin duda, el mejor resultado para México en una Copa del Mundo. Pero también carga con el 7-0 que Chile le propinó a los verdes en la Copa América Centenario y también el 3-0 contra Suecia, el peor resultado desde 1978.

La era de Osorio estuvo llena de desconfianza, de gritos, de insultos, que por curioso que resulte terminó con un “¡Osorio hermano, ya eres mexicano! Creo que al final nada se le puede recriminar, porque si bien su estilo de juego no gustó, también no fue menos que Miguel Mejía Barón, Manuel Lapuente, Javier Aguirre, Ricardo La Volpe o Miguel Herrera.

Probablemente a Osorio no se le aceptó desde el principio por no ser mexicano, ya que si bien La Volpe es argentino, conocía desde sus entrañas el balompié azteca. Y que no se extrañe nadie de lo sucedido con Osorio; porque a Mejía Barón se le criticó por no meter a Hugo, a Lapuente por Rodrigo Lara defendiendo como central, a Aguirre por sacar a Ramoncito Morales, a La
Volpe porque en la fase de grupos no convenció a pesar de que se le jugó muy bien a Alemania, a Aguirre (otra vez) por la inclusión del ‘Bofo’ Bautista, al ‘Piojo’ por sacar a Javier Aquino y claro por perder la cabeza con la prensa deportiva.

En realidad, Osorio puede irse con la consciencia tranquila porque hizo lo que pudo; el que está por llegar también vivirá momentos ríspidos y de romance, por fortuna el fútbol siempre da revanchas.

Mucha suerte a Osorio en su nueva aventura, pero, sobre todo, mucha suerte al Tri de mi corazón, que esperemos trabaje finalmente y de forma profunda, para algún día, verlo campeón del mundo.