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    Luis Enrique: "Nuestro objetivo es hacer cinco goles"

    El Barcelona buscará por segunda eliminatoria consecutiva darle la vuelta al global, esperando que no haya sorpresas con goles del visitante.

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    Por:
    TUDN

    La Champions League ha demostrado que no hay sentencia sino hasta el pitazo final de cada serie. Acá, algunos casos de equipos que sorprendieron al imponerse ante la adversidad del resultado.
    Milán venció 4-1 a Deportivo La Coruña en los cuartos de final del 2003/2004, pero en el juego de vuelta se encontraron con un rival español motivado y dispuesto a revertir la suerte a su favor.
    En España, mientras la delantera local era efetiva, la defensa se convertía en la salvadora ante los contragolpes del equipo italiano. Fue un partido intenso.
    Al final, La Coruña se impuso 4-0 y dejó la serie global 5-4 a su favor en una participación memorable, a pesar de caer eliminados contra Liverpool en la semifinal.
    Los poderosos inspiran temor y eso lo vivió Mónaco al caer 4-2 contra Real Madrid en el partido de ida de los cuartos de final del torneo de 2003/2004.
    Pero Mónaco tenía de su lado a un viejo conocido de la casa madridista: Fernando Morientes. El delantero español lideró el triunfo en Francia 3-1 que le dio la clasificación.
    Una victoria celebrada a lo grande como premio a la convicción por ir a buscar un resultado que ante un grande como Real Madrid parecía imposible.
    Roberto Di Matteo llegó al banquillo del Chelsea como un salvavidas tras una pésima temporada de Andre Vilas-Boas. El partido de ida se había perdido por 3-1 y la remontada parecía improbable ante un un Napoli de gran presentación.
    Sin embargo, los italiano se confiaron y cayeron 4-1 (en tiempo extra) contra un equipo dispuesto a luchar hasta el final.
    Ese espíritu combativo llevó al Chelsea ese año a coronarse campeón de la Champions League, en una final vibrante contra Bayern Munich.
    Aunque mencionar a Barcelona en una remontada de 2-0 no parece una gran proeza, es cierto que Milán demostró en la ida su capacidad defensiva y demostró las debilidades del equipos español. Sin embargo,los catalanes vencieron 4-0.
    Milán por momentos tuvo control del juego, pero desconcentraciones en marca le cedieron el triunfo a Barcelona.
    Con Lionel Messi encendido, son pocos los equipos que pueden sostener ningún marcador contra Barcelona. En el Camp Nou, el argentino exhibe lo mejor de su repertorio.
    A pesar de no ser una serie, hablar de remontadas sin mencionar la final de la Champions de 2005 no es justo. Y es que Milán se fue al primer tiempo ganador por 3-0 y parecía sentenciar el título a su favor.
    Liverpool no encontraba ni el camino ni explicación a semejante situación, pero en medio de su dilema se fueron a buscar una solución a los vestidores.
    Para el segundo tiempo se disputó otro partido, esta vez a favor de los ingleses. Fueron 45 minutos vibrantes en los que Liverpool igualó el juego y se salvó de opciones claras de recibir más anotaciones.
    Tras forzar los penaltis, Liverpool se coronó campeón de la Champions League de 2005 en una de las grandes remontadas histórica de este torneo europeo.
    Ángel Di Maria fue la gran figura del triunfo del PSG por 4-0 contra Barcelona en la ida de la Champions 2016/2017, por lo que llegaba con confianza al Camp Nou.
    Sin embargo, Barcelona logró una victoria 6-1, con tres goles que le dieron un momento épico a la Champions League.
    La fiesta ese 8 de marzo de 2017 se quedó a medio camino porque Juventus se encargó de eliminar en Cuartos de Final al equipo catalán.
    Kostas Manolas fue el hombre del gol clave de Roma, que logró un memorable 3-0 para remontar una serie que en Italia llegó con 4-1 a favor de Barcelona.
    La emoción de Roma fue brillante en un resultado que ni el más optimista tenía en su presupuesto para clasificar a la Semifinal de la edición 2017/2018.
    Ni siquiera el talento de Lionel Messi fue suficiente para salvar a Barcelona de su eliminación en los Cuartos de Final, con remontada incluida.
    Liverpool le revivió fantasmas a Barcelona en Anfield, donde la serie de la Semifinal llegó 3-0 a favor del equipo español en la edición 2018/2019. Pero de a poco se tomó confianza para remontar.
    Liverpool goleó 4-0 a Barcelona en Anfield y se convirtió en finalista a costa de una remontada épica.
    De nuevo, Barcelona y Lionel Messi lucieron impotentes ante una remontada brillante en la historia de la Champions League.

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    Imagen Getty Images
    La Champions League ha demostrado que no hay sentencia sino hasta el pitazo final de cada serie. Acá, algunos casos de equipos que sorprendieron al imponerse ante la adversidad del resultado.

    El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, se ha mostrado convencido de que el Juventus conseguirá un tanto en el Camp Nou, por lo que ha asegurado que el objetivo es "anotar cinco goles" para conseguir el pase a las semifinales de la Liga de Campeones.

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    A pesar del 3-0 en contra cosechado en la ida, el técnico asturiano ha asegurado que la remontado en octavos de final ante el París Saint Germain "invita al optimismo" y ha instado a la afición azulgrana a "crear un ambiente de locura deportiva en la que todos los jugadores puedan dar su mejor versión".

    "Si sirvió ante el PSG no hace falta hacer el partido perfecto. Tenemos que generar ocasiones de gol y para eso necesitamos de nuestra actitud y agresividad. Hay que generar al aficionado que bote y que se pueda vivir una noche similar a la de hace tres semanas", ha afirmado en la rueda de prensa previa al encuentro.


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    En lo futbolístico, ha señalado que será importante "minimizar al máximo a un gran equipo como la Juve" y que se vean las "virtudes" de sus pupilos, si bien ha opinado que la escuadra italiana tiene opciones de anotar un tanto.

    "Estamos en circunstancias parecidas al día del PSG. Hay que marcar tres goles, esta vez solo son tres. Teniendo en cuenta que el rival va a tener opciones para marcar uno, nuestro objetivo mañana es hacer cinco goles", ha explicado.

    Un plan que puede variar si, tal y como ha comentado el técnico del equipo italiano, Massimiliano Allegri, llegan al Camp Nou con el objetivo de anotar dos tantos.

    El Real Madrid, tras haber ganado en el Santiago Bernabéu por la mínima diferencia, goleó al Bayern Múnich por 4-0 en el Allianz Arena dando un golpe de autoridad que sería confirmado en la gran final ante el Atlético de Madrid en la que conseguiría La Décima 'orejona' de su historia.
    El equipo de Guardiola saltó al campo con: Neuer; Lahm, Boateng, Dante, Alaba; Kroos, Schweinsteiger; Robben, Müller, Ribery; Mandzukic.
    Por su parte, los 'merengues' lo hicieron con: Casillas; Dani Carvajal, Sergio Ramos, Pepe, Coentrao; Xabi Alonso, Modric, Di María; Bale, Benzema, Cristiano Ronaldo.
    Antes del pitazo inicial, Arjen Robben y Cristiano Ronaldo se cruzaban miradas. Las expectativas eran altas, pero ninguno imaginaba el resultado final.
    Ese fue de los últimos partidos del 'Fideo' Ángel Di María con la camiseta del Real Madrid. Aunque no participó directamente en el marcador, sí sería funamental en el partido final de Lisboa.
    Quien no pudo hacer nada para contrarestar los fuertes ataques del equipo español fue Robben, llamado a ser figura con el equipo alemán por su experiencia y calidad.
    Los primeros dos goles, en los minutos 16 y 20, los consiguió Sergio Ramos que ya comenzaba a escribir un capítulo heróico en su carrera como madridista. El Allianz Arena no lo podía creer, en 4 minutos la serie parecía sentenciada.
    El ex Sevilla se encargó de silenciar al gigante alemán con dos golpes certeros bajo su especialidad, el cabezazo. Primero con asistencia de Luka Modric desde el tiro de esquina y después de su compañero en defensa Pepe, quien tocó la pelota con su cabeza para que Ramos llegara por detrás a definir a quema ropa.
    Diez minutos después llegó el que parecía el gol definitivo de la tarde para liquidar las aspiraciones de Bayern en menos de 45 minutos. Cristiano Ronaldo, a pase de Gareth Bale en una corrida espectacular, definió al primer palo de Neuer para poner el 3-0 a favor del Madrid.
    Sin embargo, la cuenta no acababa allí. El propio CR7 aumentó la ventaja en el minuto 90 con un sensacional tiro libre por debajo de la barrera alemana. Balón imposible para Neuer que, siendo uno de los mejores porteros del mundo, se vio vulnerable esa noche.
    El Real Madrid lograba entonces una victoria épica, suficiente para un envión anímico que los encaminara hacia Lisboa y, allí, más cerca de la anhelada Champions League.
    Los jugadores del Real Madrid, claros en el objetivo de avanzar, estaban exultantes con el marcador. Nadie esperaba un triunfo tan amplio y menos ante el poderoso equipo de la Bundesliga.
    Ese gol de Cristiano Ronaldo, y en general el partido, elevó las expectativas normales que se generaban por la presencia del Real Madrid en la final de la Champions League. Se consolidaba al gran favorito al título.
    Thomas Müller, incredulo, aguantaba el final del partido que llegaría tan solo unos segundos después.
    Dante y Philipp Lahm, integrantes de la zaga defensifa del Bayern, fueron unos de los jugadores con nivel más bajo en aquella noche de Champions. No supieron defender su fortaleza, se vieron superados y sin reacción.
    El defensa Pepe, que colaboró con una asistencia, reconocía el apoyo de los aficionados que viajaron hasta Múnich para presenciar esta gesta, digna de entrar en los capítulos de oro del Real Madrid.
    Mientras el portugués lo hacía, los jugadores del Bayern Múnich se mantenían rígidos, con la mirada al piso. Eran los primeros en reconocer que no habían estado a la altura.
    La tristeza era evidente en los jugadores del Bayern Múnich. David Alaba quedó sentado en el césped del Allianz Arena tratando de decifrar lo que acababa de sufrir su equipo.
    Javi Martínez y Bastian Schweinsteiger, en lágrimas, abandonaban el campo de su estadio entre la verguenza y el orgullo herido.
    Del otro lado, Iker Casillas celebraba el paso a la final. Era el final de su penúltima temporada en el club de sus amores, solo jugaba Champions y la Copa del Rey.
    Pep Guardiola, en su primera temporada con el Bayern, caía con el que fuese su máximo rival en su etapa como estratega del Barcelona. Un mal inicio de una época en Alemania en la nunca pudo convencer y dejó la deuda de conquistar Europa.
    Por su parte, Ancelotti se consagraba como un ídolo del Real Madrid al que abandonaría la siguiente temporada para dirigir a quien era su rival de turno, el Bayern Múnich.

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    Imagen AP
    El Real Madrid, tras haber ganado en el Santiago Bernabéu por la mínima diferencia, goleó al Bayern Múnich por 4-0 en el Allianz Arena dando un golpe de autoridad que sería confirmado en la gran final ante el Atlético de Madrid en la que conseguiría La Décima 'orejona' de su historia.

    "Si Allegri ha dicho que viene a marcar dos goles, mis cálculos están equivocados. Tendremos que hacer seis tantos, entonces", ha puntualizado.

    En cualquier caso, Luis Enrique tiene clara la receta del Barcelona con vistas a mañana: "No tenemos nada a perder y eso nos libera de cualquier presión. El rival tendrá que decidir si encerrarse o atacar. Por nuestra parte, atacar, atacar, atacar y cuando nos relajemos, seguir atacando".

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    Sobre la situación por la que pasa su equipo, ha reconocido que sus jugadores están padeciendo una "mala dinámica" a nivel defensivo, algo que ya admitió Gerard Piqué después de la victoria contra la Real Sociedad.

    "Ahora estamos en una dinámica en la que los rivales con poco te hacen goles. Ahora estamos en esa dinámica negativa y todos estamos haciendo más para generar una positiva", ha aseverado.

    Con vistas a mañana, Luis Enrique recupera a Sergio Busquets, sancionado en la ida, y Javier Mascherano, que arrastraba unas molestias musculares.

    También estará el argentino Lionel Messi, de quien ha dicho que "jugando al 25% nos aportaría muchísimas cosas porque es un jugador único y diferente".

    Lejos de pensar en las otras eliminatorias de la Liga de Campeones como la que jugará esta noche el Real Madrid -"¿hay partido hoy?", se ha preguntado entre risas-, Luis Enrique está "centrado en el Barça, que bastante faena tengo" y en conseguir otra remontada.

    "A los aficionados les diría que no se vayan en el minuto 80. Hasta el final lo vamos a intentar. Los que estuvieron en el Camp Nou tienen otra oportunidad de vivir una noche histórica. Hasta el minuto 95, tenemos que estar todos juntos", ha zanjado.

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