Si la pandemia dejó la imagen icónica e impensable de la Gran Vía madrileña completamente desierta, el Gran Apagón hizo todo lo contrario: congestionó algunas calles y casi todos los bares.
Si la pandemia dejó la imagen icónica e impensable de la Gran Vía madrileña completamente desierta, el Gran Apagón hizo todo lo contrario: congestionó algunas calles y casi todos los bares.